“Este equipo, aunque en realidad es pequeño, es muy útil al permitir registrar los valores y todos los parámetros necesarios para estudiar los diferentes componentes del sistema eléctrico. De tecnología canadiense es de los pocos aparatos compatibles con los de nuestro país porque el sistema eléctrico de esa nación es muy similar con el cubano al igual que el de Estados Unidos”.

La conversación con este innovador, graduado en el 2 000 de ingeniero eléctrico en la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte Loynaz”, transcurre en uno de los bancos de las áreas exteriores de la Unidad Empresarial de Base Eléctrica.

Por razones del bloqueo de Estados Unidos, Cuba se ve obligada a adquirirlos en Europa con el inconveniente de las distancias y no poder realizar con exactitud todas las estimaciones, pero ¿con qué problemas se encontró con este modelo de equipo?.  Al decir de él con tres problemas fundamentales: una batería envejecida, que el país adquirió en el 2008 y llegaron a Camagüey tres años después. Segundo: las baterías que usan son recargables y según el fabricante solo garantizan dos días de medición y tercero: de necesitar más tiempo para los estudios tenían que apoyarse de uno externo y cargarlo.

“Eso genera otro problema. En los lugares donde uno va a hacer mediciones: bancos transformadores, en los nichos de los metros contadores de consumidores residenciales o estatales no hay toma de corriente donde cargar.
La otra dificultad que generaba es que ese cargador no es automático. Uno lo pone a cargar y cuando está en el nivel correspondiente enciende un bombillito y de no desconectarse la batería se daña de forma irreversible.

“A los tres problemas le dimos solución implementado las variantes que mostramos en el trabajo de la ANIR. En primer lugar, se introdujo el cargador en la parte de adentro. Segundo, el acumulador ya envejecido que duraba menos tiempo que el señalado por el fabricante, por el tiempo en que estuvo almacenado, se sustituyó por una batería de equipos de comunicaciones usados mucho aquí, del sistema de tronquen, cuyo régimen de carga y descarga es más fuerte y cuando no sirven para esos equipos para ese otro sí”.

Basulto explicó que para este sistema, con el cargador adentro, el equipo trabaja en el régimen de carga flotante que es el mejor, con el cual opera la batería. Añadió que lo tercero que se hizo fue automatizar el disparo del cargador de batería, es decir, cuando el equipo está cargado él se desconecta y permanece un voltaje flotante en la batería y alimenta al equipo de conjunto con el cargador.

¿Qué permitió?

“Explotar ese equipo durante períodos más prolongados. En dos días no son obtenidos los resultados necesarios para hacer un análisis preciso de los parámetros eléctricos que uno quiere: medir la potencia, la energía, la tensión, la corriente; además sirve para valorar la calidad de la energía eléctrica suministrada a los clientes y detecta las oscilaciones rápidas de voltaje, difícil de percibirlo por otra técnica”.

Los analizadores definen los niveles en que varía el voltaje, si son los apropiados, si los usuarios tienen sobre consumos que afectan esa calidad de la energía o si los equipos empeoran o afecten a otros, acorde con su comportamiento.

Imagino que los estudiantes de la universidad a los que Basulto les ha impartido clases reconozcan sus cualidades de profesor y de cómo llega a todos con un mensaje claro, sin estridencias tecnicistas, no más allá de las explicaciones necesarias.

“La base fundamental de todo sistema eléctrico es el comportamiento de los usuarios con respecto a la energía, la cual se calcula mediante la generación y el combustible. Siempre tiene que haber generación disponible para cuando haya pico de consumo. La predicción de ese comportamiento en los clientes es el fundamental, es el electrocardiograma en el ser humano. El funcionamiento es el corazón y gracias a estas innovaciones pudimos explotar este equipo a plena capacidad”.

¿Qué te motivó realizar este trabajo?

“Precisamente estábamos haciendo un estudio como organización para mejorar la calidad del servicio a los clientes, investigación que se complementó con tesis de grado de estudiantes de la universidad. Sin este equipo, que es el protagonista, no hubiera surgido esta historia. Era un problema más que se nos puso en el camino y lo vencimos, un obstáculo, una barrera que para poderla brincar hay que entrenarse bien. Al final cuando uno tiene una meta, una dirección por objetivo, busca la forma para resolver los problemas”.

Reiterando: ¿Qué ventajas tiene para el muestreo de las redes eléctricas?

“Aunque ya te expliqué algo, en nuestro caso permite mejorar la explotación que se está haciendo en los transformadores de distribución en específico. ¿Por qué? Porque teníamos un alto índice de transformadores dañados. El transformador es el equipo más caro de la red y es en sí mismo el corazón”.


“¿Qué pasa? Que desarrollamos una metodología, donde a partir del comportamiento de los clientes se modela el régimen que tiene el banco de transformadores y así se puede analizar si estas unidades están sobarcadas o sobrecargadas, y se programa un mantenimiento predictivo, el cual permite, antes de tiempo, sustituir los que presenten problemas, ya sean por mucha carga o poca; si tiene poca carga genera pérdida de vacío necesaria para el sistema”.

La Empresa Eléctrica de Camagüey tiene que tratar de mantener una calidad en el servicio con el mínimo de pérdidas. En esa entidad, de conjunto con la Universidad de Camagüey, han desarrollado esta metodología, bajo el principio de que mientras más divide más detalla el consumo por tipo de cliente, estratificándolos.

“Eso aquí en Cuba tiene un carácter especial ¿Por qué? Porque en otras partes del mundo se dividen los consumos por estratos. Mire usted que interesante: las clases sociales más favorecidas tienen más equipos, más tecnología, más consumo y un comportamiento distinto”.

En Cuba gracias a la Revolución Energética las familias disfrutan de un mismo tipo de refrigerador, cocina eléctrica, es decir, los equipos son prácticamente iguales. La variación está en el comportamiento humano, en las costumbres que tiene cada tipo de persona. Eso a partir del consumo, del nivel de facturación y la tarifa que usan pueden diferenciarse en el caso del sector residencial. En el estatal también acorde con esos factores.

¿Tu me estuviste hablando de que hicieron un muestreo, qué tiempo duró y si eso le aseguró a ustedes generalizar esta innovación?

“De hecho esa es la idea principal, aunque en cada lugar debe partir de sus propios estudios, en realidad han sido útiles. De hecho en el municipio de Nuevitas, por ejemplo, hay un analizador de este tipo que estaba en desuso, allí al ver que le dimos solución al problema también resolvieron. También se aplicó en el departamento comercial. Como tal la innovación se puede generalizar para aprovechar estos equipos”.

¿Me hablaste que las baterías tienen un ciclo de carga y recarga? ¿Con esta innovación que tiempo de durabilidad tiene el equipo, se alarga las posibilidades de explotación?

“Las posibilidades de explotación las alargan exponencialmente ¿En qué sentido? El régimen peor para cualquier batería es el ciclo de carga y descarga, es decir, ahora usted tiene un equipo que carga la pila, se la pone, el solo trabaja y la saca el máximo al acumulador. Es el mejor régimen para trabajar la batería, es como de un automóvil. Solo es utilizada directamente para arrancar, pero una vez sucedido ello tiene un sistema de alternador que mantiene la batería cargada, a partir de una parte de la energía que produce ese motor”.

Estas baterías de tronquen incluso vienen para un tiempo, incluso, mayor. A veces los fabricantes exageran un poco las características, pero estas que incluso están siendo reutilizadas pueden llegar a unos cinco años de explotación, sin tener que ser cambiadas. Son baterías que tienen un precio en el mercado de 49 dólares y algunos centavos más.

La Unión Eléctrica creó un foro nacional de base para extender estas innovaciones y Basulto aspira a presentar la experiencia en el encuentro para que las demás provincias, que quizás no lo sepan y tengan equipos en desuso, lo puedan implementar.

Basulto hace dos años en otro evento presentó una metodología para calcular pérdidas y anda empeñado en otros estudios. En el año 2005 obtuvo el primer lugar con un software que hizo sobre la evaluación de los riesgos laborales, incluso, participó con esa ponencia en un evento internacional, patrocinado por la Unión Eléctrica y una organización Europea, sin ánimo de lucro, encargada de las normas de seguridad y salud de los trabajadores. También incursionó en el mejoramiento de foto celdas de alumbrados públicos.

¿Piensas seguir incursionando en este campo de la innovación?

“Sí, como no. Precisamente planeo este año presentar el trabajo ya detallado que se hizo, gracias al analizador sobre curvas de cargas, porque se hicieron algunos aportes importantes, además de otros trabajos. Formo parte muy activa de ese convenio. Este año estoy tutorando a dos estudiantes con tesis afines”.

Basulto con 40 años de edad tiene un futuro por delante y lo demostró recientemente en la última versión del foro de ciencia y técnica de la Empresa Eléctrica Camagüey en el que alcanzó el Premio Especial con el Software de gestión de pérdidas eléctricas en distribución, denominado ENERBAS.

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