Imagínense, qué introvertido va ser ese joven, si con solo 38 años ya es presidente de la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) “Mártires de Cascorro”, de Guáimaro, es integrante del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) desde el año 2010 y nada más y nada menos que delegado de su circunscripción desde hace dos mandatos y delegado a la Asamblea Provincial del Poder Popular.

“Yo todo lo que he conseguido es por mi esfuerzo y mi trabajo”, jura este camagüeyano que anduvo además por Venezuela en el 2012 cuando la campaña electoral del Presidente y eterno amigo de Cuba, Hugo Chávez y por Uruguay, a donde fue a adquirir experiencias del manejo de las reses en ese país para luego aplicarla en su tierra.

La inclinación por el ganado y el cultivo de la tierra le viene de cuna, pues es nacido y criado allí en Cascorro. Para ponerle ciencia a su vocación se fue a estudiar un Técnico Medio en Agronomía y después en la sede universitaria de su municipio se hizo Ingeniero Agrónomo.

“Tenía 16 años cuando entré a la cooperativa, era casi un adolescente, sin experiencias de trabajo ninguno. A los cinco meses más o menos, como ya tenía licencia de conducción, me pusieron a manejar un tractor, y a mi que me encantaba la maquinaria, lo asumí. Además del tractor hacía de todo, trabajaba la tierra, buscaba alimentos ... y ahora hace tres años que soy el presidente de la CPA.

Lo más difícil de ser jefe es el enfrentar a un colectivo de trabajo y no contar con todos los recursos para garantizar la producción, decirles que no hay botas de gomas, indispensables en este momento de lluvias, ni soga para manear las vacas, ni limas y machetes. No tenemos a veces lo mínimo indispensable que necesita un obrero para hacer lo suyo. Ellos no piden lujos, solo lo indispensables para trabajar. Si los recursos entraran menos limitados entonces solo nos quedaba el trabajo con el ser humano, pero eso no es difícil porque con la verdad y el ejemplo la gente tira pa lante”.

Dice Yoel que a la ”Mártires” la conoce bien, “desde el buey que faja hasta la vaca que patea”, como también es buen entendedor del quehacer de los jóvenes porque desde que entró a ese colectivo hace casi 20 años comenzó a militar en su Comité de Base.

“En el año 2010 participé en el 10mo Congreso de la UJC y fui electo como miembro del Comité Nacional, eso para mí fue tremenda responsabilidad porque lo mejor que puede hacer quien forma parte de esa estructura es trabajar en su provincia y en su radio de acción. Fueron cinco años, ahora ya me liberaron, pero voy de invitado al X Congreso”.

– ¿Qué planteamiento llevarás a tan importante evento?

– Comparto los criterios que tienen los jóvenes sobre la recreación. Creo que hay que buscar una forma de que la juventud pueda recrearse sin estar “sancajillando” mucho. También el Comité de Base puede ayudar en hacer cosas para que sus militantes se diviertan.

Otra cosa es que hay que motivar a la gente pa que vaya a hacer producir la tierra. Normalmente los padres queremos lo mejor para nuestros hijos, entonces los campesinos no quieren que sus niños pasen trabajo y tratan de que se hagan médicos, especialistas, ingenieros en física o en cualquier otra rama menos en la agricultura.

Es que los campesinos durante muchos años estuvimos desatendidos, ahora se está priorizando un poquito más”.

– ¿Tienes hijos?

– Dos bebés, uno de 12 y el otro de tres. El más grande se vuelve loco por irse conmigo pa la cooperativa y montarse en un caballo. Le gusta la agricultura. Yo solo le pido que su inclinación sea por la tierra, al final un buen ingeniero agrónomo o un veterinario tiene oportunidades de desarrollarse en cualquier ámbito. El chiquito es un remolino, le encanta la mecánica, siempre anda trasteando y lleno de churre”.

 
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