CAMAGÜEY.- Aunque no resulta un término familiar para los no entendidos, la bioclimática es reconocida como la ciencia constituida por expertos en arquitectura y de otras especialidades de la construcción.

Diseñada con y no contra el clima, según Guillermo de la Paz Pérez, profesor de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz (UC), la arquitectura bioclimática optimiza las relaciones energéticas y ambientales entre el hombre y el clima local, mediante un diseño arquitectónico que aproveche los recursos naturales (sol, sombra, luz, viento, vegetación, lluvia, etc), lo cual puede contribuir al propósito de disminuir la demanda de energía.

Esa visión aplica conocimientos tan antiguos como los de la época de Sócrates y Aristóteles. El primero defendió conceptos tales como: "en las casas orientadas al sur, el sol penetra por el pórtico en invierno, mientras en el verano el arco solar descrito se eleva sobre nuestras cabezas y por encima del tejado, de manera que hay sombra". Este sintético principio de diseño fundamentó la base de la arquitectura de la antigua Grecia. Aristóteles, por su parte, afirmaba que "resguardarse del frío norte y aprovechar el calor del sol es una forma moderna y civilizada".

A pesar de que no es inalcanzable y depende de la vocación emprendedora, en Cuba la teoría se acepta como eslabón primario en la determinación de la eficiencia energética, pero en la práctica su aplicación no ocupa posiciones ventajosas en el escenario actual de crisis económica, bloqueo, cambio climático y agotamiento de las deprimidas reservas mundiales de hidrocarburos.

VISIÓN ESTUDIADA EN CAMAGÜEY Y LA HABANA

Foto: Cortesía del entrevistadoFoto: Cortesía del entrevistadoEn entrevista con Adelante Digital, el académico recordó que aunque investiga en este ámbito desde 1991, hace ocho cuantifica su impacto energético y ambiental, lo cual ha sido posible gracias a la motivación de un grupo de estudiantes de arquitectura de la UC, convertidos hoy en profesionales de la especialidad, con los cuales se hicieron validaciones, mediciones, evaluaciones y simulaciones que sirvieron de base a estudios posteriores.

Se destacan otras dos investigaciones, primero una realizada en Camagüey (2013), en la que se tomaron mediciones de temperaturas de ventanas de vidrio para evaluar los edificios de la Empresa Comercializadora de Combustible (Cupet) y la División Territorial de Copextel. El estudio demostró las implicaciones térmicas, lumínicas, energéticas y ambientales, el uso del vidrio sin protección solar, situación agravada en ambas instalaciones por la ubicación de fenestración vidriada al Sur y el Oeste.

La segunda investigación, realizada en La Habana (2018) fundamenta desde el punto de vista energético-ambiental tres propuestas de control solar para el edificio sede del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, solicitada por la institución para convertir el inmueble, ubicado en Humbolt 106, esquina a P, en un paradigma energético sustentable, que combina tecnología, estética y ecología. La simulación energética dinámica utilizada corroboró que el control solar de 34 espacios con ventanas hacia el sureste y/o suroeste favorecería un ahorro pronóstico en la demanda de energía por enfriamiento.

Los cálculos están en el orden de 52 000 kW/anual, evitaría el gasto de 54 000 kilogramos de petróleo y la emisión de 17 160 kg de CO2, con la correspondiente afectación como gas de efecto invernadero. Tuvo en cuenta también la influencia de la orientación del diseño de los componentes de la envolvente vertical en pos de la eficiencia energética.

ENRIQUECIDA NORMA CUBANA DE BIOCLIMÁTICA

Hace solo dos años, De la Paz Pérez defendió una tesis de Doctorado en la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (Cujae), que aporta a la fundamentación del control solar y su viabilidad como principal estrategia bioclimática.

"El control solar es la primera estrategia de diseño bioclimático para las condiciones climáticas de Cuba y con este trabajo queda demostrada la necesidad del efecto simultáneo del contexto urbano y la orientación, lo cual contribuye a precisar y optimizar la protección solar requerida y a reducir la demanda energética de los edificios.

"Los resultados de la investigación no solo fundamentan la necesidad de modificar el marco regulatorio nacional, también propone una aplicación informática denominada CtrolSOLARQ para los proyectistas de todo el país", explicó el estudioso.

El aporte contribuye a la elaboración de los proyectos proporcionando al arquitecto ángulos optimizados para el diseño de elementos de protección solar de ventanas, según ubicación del edificio en el territorio nacional y el ambiente construido más próximo. Dentro de los beneficios de CtrolSOLARQ están el hecho de contar con un ambiente simple y la reducción del tiempo requerido para cálculos complejos que, anteriormente, demoraban mucho tiempo.

Aunque en el país existe una norma dedicada al diseño de la envolvente arquitectónica para la eficiencia energética, la vigente no establece requerimientos, según la orientación específica del edificio ni considera el contexto urbano.

De acuerdo con las precisiones del entrevistado, se espera que este 2021 esté disponible la nueva versión con los reajustes y modificaciones en cuyo objetivo labora de conjunto con la MSc. arquitecta Olga Pérez, presidenta del Comité Técnico de Normalización Diseño bioclimático y sostenible en la construcción.

Cambio de carpintería (persiana miami de madera por vidrio) en la empresa de Cupet. Foto: Cortesía del entrevistadoCambio de carpintería (persiana miami de madera por vidrio) en la empresa de Cupet. Foto: Cortesía del entrevistado

DEL DICHO AL HECHO

El entrevistado recomendó velar porque las estructuras hoteleras que se construyan estén conectadas con el entorno del clima tropical, con la identidad y cultura arquitectónica del lugar. Sostiene que las grandes superficies de vidrio importado se están adoptando como símbolos incorrectos de progreso cultural y modernidad, ya que afectan valores de identidad del patrimonio cultural y ponen en riesgo su sustentabilidad.

No por gusto el destacado arquitecto, diseñador y profesor Mario Coyula (1935-2014) decía que lo cubano en arquitectura se logra cuando se le da una solución correcta teniendo en cuenta el clima, las tradiciones, el espíritu del lugar y los pobladores.

Si las condiciones locales (económicas, ambientales, culturales) no rigen nuestra arquitectura, asevera Guillermo, los criterios importados de otras latitudes producirán edificios y ambientes “neocolonizados”, despersonalizados y con un inadecuado desempeño energético durante la vida útil (donde ocurre el 80 % de los costos).

De lo explicado por Guillermo De la Paz se infiere la importancia de lograr una cultura en los involucrados en las inversiones, principalmente los decisores, de modo que tengan bien claras las ventajas económicas, ambientales y sociales de la bioclimática, el impacto en la eficiencia energética y confort de las personas que habiten los inmuebles.

Como dice un refrán popular: no se puede tomar a Zamora en una hora; sin embargo, el contexto en el país es favorable pues se reconoce la reducción de la demanda energética como prioridad estratégica de soberanía, debido a la dependencia de combustibles importados y el costo promedio de la energía, lo que aconseja que el marco regulatorio sea de estricto cumplimiento.

No todo está dicho, pero existe voluntad del Estado de atemperar la bioclimática a las exigencias de estos tiempos, profundizar más en la academia y la formación de los arquitectos para que las estrategias bioclimáticas no sean un remedio aplicado al edificio después de terminado, sino un poderoso recurso desde las primeras etapas de concepción del proyecto, lo cual deberá estar acompañado la capacitación de los funcionarios y directivos de empresas.

En abril del 2021 en Camagüey comenzó un programa de capacitación para implementar el Decreto Ley 345 de 2019 "Del desarrollo de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía" (donde se incluye la arquitectura bioclimática), proceso interferido actualmente por el agravamiento de la pandemia de la COVID-19.

La eficiencia energética es vital. La energía transversaliza todos los procesos productivos y de servicios, sin excepción alguna, de ahí que la arquitectura bioclimática tenga presente y futuro. Sin olvidar sus cualidades generadoras de identidad, tradiciones y cultura y que la arquitectura es un arte social que tiene que servir a la sociedad y afectará la vida de muchos por muchos años.

Pep - 21 September 21 11:19PM Denunciar
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En muchos países asiáticos casi todo, para no ser absoluto, se diseña hace años, muchos años, teniendo en cuenta la energía.