Foto: Cortesía de la entrevistadaFoto: Cortesía de la entrevistadaCAMAGÜEY.- No tenía idea de que en tan corta edad: 33 años, Maydelín Cabrera Guerra trazara una ruta estudiantil y laboral dibujada de compromisos desde pequeña en la escuela primaria 30 de Noviembre, del reparto La Esperanza, enriquecidos luego en la secundaria que funcionó en el  Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Máximo Gómez Báez, en el preuniversitario Sola Cinco Campaña de la Reforma, de Sierra de Cubitas hasta dar el salto hacia las tierras rojas del municipio holguinero de Moa, donde se graduó como ingeniera en minas en el 2009.

La vocación por la minería surgió a partir de una conversación con un amigo de la familia, nombrado Roberto Domínguez, ya fallecido, y quien dirigía una planta de asfalto en Camagüey y de la llegada a ella de la carrera de esa especialidad, de la que no tenía la más mínima idea.

“Realmente lo puse para llenar boleta, pero mi intención nunca fue esa; sin embargo, después un metodólogo de matemática del pre al preguntarme por las opciones y hablarle sobre esa última, me dijo: te va a llegar, y de ello nunca me olvido. Terminé con 99,98 de promedio. Fue la única plaza que llegó a la provincia ese año”, explicó Maydelín.

Ella se declara una amante a ultranza de la naturaleza, de las visitas en la enseñanza secundaria por establecimientos de campismo y después en el preuniversitario los recorridos por el Cerro de Tabuaquey, al Hoyo de Bonet y otros sitios, sin renunciar a las acampadas y a las fiestas porque procede de una familia muy alegre.

Por embullo matriculó en la escuela de instructores de arte de Camagüey por la inclinación por el baile y el teatro, pero de los 30 que se presentaron aprobaron tres. No siguió —confesó— porque las amiguitas que estaban en el grupo no se pudieron presentar y decidió matricular en Sola Cinco.

En Moa no renunció a los estudios y siguió con la motivación por las artes escénicas y musicales, que ella y sus condíscipulos expandieron fuera de los muros de la casa de altos estudios y la locución en la radio-base de la Universidad.

Foto: Tomada de GranmaFoto: Tomada de Granma

—¿Cuándo chocas con la realidad de lo que es la minería te atrapó o no?

El adiestramiento, una vez graduada, lo realizó en la Empresa Geominera de Camagüey. Rotó por todas los establecimientos de la institución. Empezó en la Mina de Oro Golden Hill, de Jobabo, que pertenece a esta empresa, término que traducido al español significa Colina de Oro, al inicio de ese proyecto, en la preparación para el montaje de la planta, en el desbroce, la certificación de los suelos hasta pasar a la unidad empresarial de base de cromo.

Precisamente allí se celebra hoy jueves el acto territorial por el Día del Trabajador Geólogo Minero, entidad dedicada a la exportación de cromo y de arena de cromo. Concluyó atendiendo el yacimiento de magnesita caliza y zeolita en Najasa y dos proyectos, de los cuales se le aprobó uno en ese período de asimilación de los conocimientos en la práctica.

El embarazo obligó a un alto en su quehacer laboral y luego de terminar la licencia de maternidad empezó a laborar en la Empresa de Materiales de la Construcción de Sancti Spíritus como especialista principal de la UEB de Canteras, dos canteras, dos areneras, un yacimiento de Feldespato de potasio en el Escambray, cuya producción se destina fundamentalmente a la elaboración de muebles sanitarios.

“Lo disfrutaba al máximo, es directamente con la naturaleza. Era por campaña y los cuatro meses que venían la brigada de desarrollo para hacer la extracción del mineral, me lo pasaba dirigiéndolo directamente”.

El regreso a Camagüey lo hizo hacia la Empresa de Materiales de Construcción y hace apenas unas semanas volvió a la Empresa Geominera, entidad en la que se desempeña como directora técnica.

—¿Cómo te ven los hombres cuando estás en el trabajo directo en las minas?

—Sienten respeto por mi. El respeto usted se lo gana. A pesar de dirigir a hombres con un nivel de cultura por debajo del nuestro, me he ganado el respeto, siempre los he respetado, con sinceridad, sin perder la parte rigurosa para las tareas.

En medio de toda la carga de trabajo, esta joven, a quien sus compañeras de estudios la llamaban La Portuguesa, por asociarla visualmente con una de las actrices de la novela brasileña, encuentra espacio para la superación. Terminó una maestría en explotación de yacimientos, un diplomado de dirección empresarial, (del 22 de abril al 29 de junio de este año) y un curso sobre interpretación de la norma Iso 14 000 del 2015.

Cuando habla de la familia, el niño es su idolatría. Y pensé que la sorprendería con la pregunta:

—¿Qué aborreces?

—La mentira.

—¿Qué admiras?

—Las personas que son preocupadas.

Foto: Orlando Durán Hernández /AdelanteFoto: Orlando Durán Hernández /Adelante—¿Cuáles son los aspectos que consideras que todavía le hace falta un mayor trabajo por parte de los trabajadores de la geología y la minería para hacer avanzar el país?

—Desgraciadamente ingenieros en minas nos graduamos poco. Hacen falta muchos más ingenieros en minas en el país, que se les dé más promoción, que las diferentes empresas sepan utilizarlos a veces no nos tienen en cuenta las Empresas de Materiales de Construcción, no nos ven como la fortaleza que somos para poder asegurar las producciones porque somos los que estamos allí al frente de las canteras, los que les podemos dar solución, porque la preparación que tenemos los ingenieros en minas es bastante completa en el dominio del equipamiento, los métodos de la explotación, la calidad…

Y no deja de tener razón de que muchas personas en Camagüey no conocen en profundidad el objeto social de la Empresa Geominera que abarca, aparte de nuestra provincia, a las de Ciego de Ávila y Las Tunas para la producción del país, incluso, para la exportación por falta de divulgación y parten desde un enfoque interno, con independencia de que la sociedad cubana de geología labora en promover en los jóvenes la proyección de ese sector.

Es del criterio de que hay que fortalecer la promoción vocacional en los centros estudiantiles y “no solo en la minería, hay otras carreras que los estudiantes no conocen los perfiles y quizás estudien algo que no lo van a ejercer”.

—¿Artista o minera?

—Las dos cosas, porque hasta ahora las he llevado. La minería en el ámbito profesional y en lo artístico porque al graduarme en la Universidad recibí un reconocimiento por ser la mejor estudiante en cultura.

El éxito deseado, porque en ella se vislumbra un futuro promisorio, de poder ascender a cargos superiores.