JIMAGUAYÚ, CAMAGÜEY.- Arianni y Dania son dos mujeres que no le tienen miedo al trabajo. A ellas no hay que empujarlas para hacer las cosas. Aunque por distintas razones, las dos encontraron en el campo su pasión y dicen que eso de sentarse y esperar a que se lo den todo no “les pega”.

Ambas pertenecen a la Cooperativa de Créditos y Servicios Dionisio Reandes, del municipio de Jimaguayú ,y fueron de las primeras en incorporarse al programa para el desarrollo del ganado menor que se impulsa en la provincia. Hoy, a pesar de los tropiezos en el camino, se destacan por sus resultados en la producción de leche de chiva.

Fotos: Orlando Seguí Aguilar/ColaboradorFotos: Orlando Seguí Aguilar/Colaborador“Cuando llegué a la finca El Guariao no sabía hacer nada del campo. Vine solo enamorada de mi esposo y aquí encontré otros amores. Con el tiempo aprendí a pastorear y a ordeñar chivas y tengo que confesar que ya no me imagino fuera de este ambiente”, comenta entusiasmada la joven Arianni Rosillo Batista.

Muy distinta es la historia de Dania Dervilla Figueroa, quien desde pequeña sí estuvo cerquita del monte. A los diez años comenzó en el ordeño, aunque en ningún momento se apartó de la ceba de toros, actividad fundamental en su casa.

“No voy a negar que dedicarse a las labores del campo requiere mucho sacrificio, pero no es tan difícil cuando le coges la vuelta. Además, tengo un punto a mi favor, y es el apoyo de la familia, al que se suma el interés del Gobierno y el Partido de sacar adelante esta tarea”, explicó Dania.

Hasta la fecha son 33 las féminas asociadas al programa del ganado caprino en Jimaguayú; no obstante, se pretende aumentar ese número y cerrar el año con 50. De forma gradual, a cada una se le han entregado los materiales para la reparación de las naves y la construcción de tarimas de ordeño.

“Sabemos que el proyecto está diseñado para responder, de manera gradual, a la demanda de alimentos de la población. Por tal razón estamos enfrascadas en que se vean los resultados lo antes posible. Si las mujeres se ponen a pensar en los beneficios económicos que se obtienen, seremos muchas pronto. No todos pueden ganarse cinco pesos por cada litro vendido a la industria" afirmó 'Muma', como todos conocen a Arianni.

Ella atiende a 180 cabras, aunque la masa de ordeño es de 97. Gracias a sus horas de entrega y en parte al doble ordeño, promedia 0.63 litros por chiva, lo que equivale a 50 litros diarios aproximadamente. Solo en mayo entregó 1 529 litros y al cierre del 2018 envió a la industria láctea más de 12 000.

Las cifras demuestran por qué es considerada como una de las mejores productoras de la provincia y por qué se pensó en ella primero para darle a finales de año un ordeño mecánico. “Eso me tiene contenta porque junto a la tarima que ya tengo construida, mejorará mucho las condiciones higiénicas y las labores”.

Dania, por su parte, con sus 30 reproductoras produce 27 litros diarios. Desde el mes abril su plan anual de 1 000 litros de leche ya está cumplido; en la primera semana de junio, por ejemplo, ya sobrepasaba los 2 300.

“Yo misma curo a mis animales, limpio las naves, las pastoreo y hago lo que necesiten. Es verdad que hay días que son las doce de la noche y aún estoy trabajando; no obstante, nunca le he cogido miedo a nada. No hay cosa mejor en el mundo que hacer lo que te gusta y que además te paguen por ello”, dice jocosa Dania.

La construcción de las tarimas de ordeño mejorará las condiciones de trabajo de estas mujeres.La construcción de las tarimas de ordeño mejorará las condiciones de trabajo de estas mujeres.

Saber que su esfuerzo no solo ayuda a cumplir planes sino a fortalecer la dieta de muchos niños del Hospital Pediátrico en Camagüey, motiva aún más a estas dos mujeres que ya están listas para las transformaciones que se avecinan.

Ahora tienen en mente junto a los 217 productores de leche de chiva en la provincia alcanzar el millón de litros. Hacia allí se enfocan y parece que la cosa promete. Como se dice en buen cubano, a Arianni y a Dania lo de cambiar la vaca por la chiva no les salió tan mal.