CAMAGÜEY.- La alta capacidad de observación, una de las cualidades intrínsecas de los auditores, no deja espacio a dudas al MS.c Orlando Cardoso Moreno sobre la tendencia de muchas personas -jurídicas o naturales- de elevar los precios desenfrenadamente.

En un encuentro entre economistas, hace poco, escuché a Cardoso hablar sobre el tema y qué mejor momento, a las puertas del VIII Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, del 12 al 14 de junio, para razonar con él las motivaciones que tuvo para tratar este espinoso asunto.

Según el Premio Nacional de Auditoría 2017, otorgado por la ANEC, la base para la formación de los precios debe ser el costo de producción y dijo que muchas entidades no tienen implementados sus sistemas de costos y aquellas que trabajaron no lo han mantenido actualizado.

“Lo más fácil es fundamentar que el producto no se venda al precio normal, de ahí que se aumenten y contradictoriamente se han delegado funciones a entidades para formularlos y eso puede conducir a que no se sustente técnicamente para fijarlo”.

Comentó que siempre tiene que haber un margen de utilidades -desde luego no excesivo- y subrayó: “Hay que trabajar en la implementación y actualización de los sistemas de costos”.

Cardoso habló de que en el 2018 el Ministerio de Finanzas y Precios dictó la Resolución 935 que obliga a las entidades y a las empresas a que durante el presente 2019 reformulen el sistema de costos y actualicen, mientras en el 2020 comenzará a controlarlo.

- Como ciudadano, qué opinión le merece lo visto con los precios en la vía pública; de algo que cuesta por el Estado un valor equis, y encuentras especuladores pidiendo tres, cuatro, cinco…

- Esto hay que frenarlo con el enfrentamiento, no hay otra forma. Te encuentras personas que se han dedicado a comprar mercancía en el comercio y después la revenden. Un ejemplo de ello es la pasta dental. Desapareció en la tienda, pero coja la calle y la verá a 15 y a 20 pesos el tubo.

Coincidimos que prácticamente son letra muerta los artículos del Código Penal que prevén sanciones por especulación y acaparamiento. A renglón seguido sostuvo:

“Reitero hay que enfrentarlos. Están viviendo y explotando al pueblo que tiene necesidades y a este lo hacemos partícipes de un delito, lo estamos echando a perder también”.

Esa cadena de precios desenfrenados el país no la puede aguantar. Tiene un impacto negativo en la población. Nunca alcanzaría el salario para que el hombre viva, remarcó este economista, auditor-supervisor de la Contraloría Provincial y uno de los delegados de Camagüey al VIII Congreso de la ANEC.

Con independencia al sentido de observación, en Cardoso usted encuentra a la persona imparcial, sincera, honesta, discreta, apegada al concepto de confidencialidad, de mente abierta para asimilar ideas y puntos de vista alternativos, de tacto para tratar con los diferentes públicos y, sobre todo, firme.