CAMAGÜEY.- El joven porcicultor camagüeyano Reibel Viera Pérez es el típico ejemplo de lo que pide la máxima dirección del país de no depender íntegramente de los insumos importados, sino de incrementar los esfuerzos desde sus propios terrenos y así asegurar la mayor parte de la comida necesaria para los animales.
Aunque en sus inicios esta producción de cerdos fue mediante contratos de ceba con animales propios, Reibel siempre se planteó metas productivas más ambiciosas, motivación y esfuerzo que actualmente lo sitúan entre los de más altos rendimientos en la provincia.
Con cerca de 300 cerdos en la modalidad de cría al destete, este emprendedor en solo un año logró conformar su finca desde cero, en terrenos antes baldíos, y agenciarse de un pequeño colectivo multifuncional que sin descanso atiende las naves de los animales, los sembradíos, y son quienes también edifican los nuevos locales para amplificar en número la cría.
Desde mis comienzos aquí, explicó, siempre supe que no podía depender solamente de la comida entregada por la Empresa Porcina, y ello me permitió contar con alrededor de cuatro hectáreas sembradas de plátanos, yuca, kingras, maíz y calabaza.
Por eso hoy en día cuando el pienso está deficitario, el joven productor constituye un ejemplo de cómo es posible buscar variantes para el alimento animal ante el déficit de las importaciones de los insumos para la comida de esa masa ganadera.
Ello es uno de los motivos por los cuales no se ha visto prácticamente afectado por el déficit de pienso que presenta en la actualidad el país, y que en el caso de Camagüey presenta una deuda de entrega a los productores por parte de la Empresa Porcina de alrededor de tres mil toneladas.
También me he apoyado en la Empresa Municipal de Acopio, comentó, pues mediante un contrato me facilita la merma y desechos de las producciones agrícolas, lo cual es otro apoyo.
En realidad, confiesa, yo no puedo estarme tranquilo y esperar la llegada del barco, se trata de mirar hacia la tierra, a lo que yo mismo me pueda autoabastecer, culminó.
Incrementar la cría de cerdos asegurando desde sus propios terrenos la mayor parte de la comida necesaria para los animales, es el propósito de Reibel.
Aunque confiesa sentirse satisfecho con lo que ha logrado, también asegura que ya está en planes de extenderse más, una actitud muy digna de multiplicar, cuando hoy el déficit de carne porcina aún es latente en los mercados, incluso los de libre oferta y demanda, por cierto a elevados precios cuando la tienen y que no existen en los puntos de venta estatales.
Esa situación tiene su principal causa en la deuda de alimento estatal a los productores por la no entrega de piensos esenciales a base de materias primas como la soya y el maíz, así como por el incumplimiento en las entregas ya contratadas con proveedores internacionales en el último cuatrimestre de 2018 y primeros meses de este año. De ahí que la diversificación en el alimento es la variante para no detener el desarrollo y la producción porcina.
Aunque faltan algunos meses para que se visibilice cierta estabilidad del referido alimento, ya se tiene en el territorio un mejor volumen de comida para los animales, según aseguraron directivos de la Empresa Porcina de Camagüey, provincia en la cual hoy existen 105 porcicultores acogidos a 111 formas productivas (Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) y de Producción Cooperativa (CPA) con convenios de cría al destete.
