Foto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteFoto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteCAMAGÜEY.-  Más allá del colectivo, al que ingresó en 1960, a Armando Boudet Gómez lo califican como el director histórico del periódico Adelante. En tres oportunidades asumió esa alta responsabilidad: de 1967 hasta 1968; en 1972 al 87  y de 1992 hasta el 2000.

Llevaba cuenta tan precisa que explica: “Desde 1969 a la fecha solo me separé cinco años de Adelante en la etapa que permanecí en La Habana, aunque solo fue una separación física, porque espiritualmente nunca partí.

“Aquí nacieron mis hijos, mis nietos, mi biznieta, eché mi juventud y ahora cargo con mi vejez y le diré adiós cuando regrese a la tierra que me sepulte”

Con cierta nostalgia explica: “Tuve y tengo grandes amigos. Algunos se han ido antes que yo, a los que nunca he olvidado, y los otros partirán después de mi, pero Adelante, impreso o digital, seguirán viviendo junto a la Revolución que será eterna.”

Al periodismo le dedica todo su tiempo de jubilado, porque como dice: “El periodista nunca permanece ocioso, está mirando cómo hacerlo y cuando no lo está haciendo porque físicamente no puede, está pensando cómo y sobre qué lo haría”.

Jamás se ha desligado de la profesión. En 1987, al nombrásele subdirector del periódico Bastión, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, medio en el que laboró en su organización inicial y dejó de editarse luego a causa del período especial, debió mudarse para La Habana.

Radio Reloj lo acogió como subdirector de información nacional de 1990 a 1992, año en que a petición del Partido en Camagüey, volvió a desempeñarse como director de Adelante.

Boudet nació y prácticamente se crió en el barrio Matadero, en la calle del mismo nombre, donde vive hace más de 30 años.

El sui géneris apelativo de la comunidad obedece a que allí se encontraba el matadero municipal de ganado vacuno, fuente de empleo de los vecinos.

Es el único periodista salido de ese barrio. Vale decir que ingresó en la escuela de periodismo Walfredo Rodríguez Blanca en 1957.

Hoy no puede decirse como antes, de que con la pluma en la mano o una máquina de escribir era un peligro. Le tomó el pulso a las nuevas tecnologías y con la computadora hay que verlo.

Es un cronista especial. Una vez elaboró un material de ese género, dedicado a un saco de cemento, el cual fue premiado. Ostenta el premio de La Dignidad, que otorgó la Upec por la ética periodística.

Lo invito a finalizar: “Pienso que Adelante marcha con su tiempo, atemperado a las nuevas necesidades de comunicación, combinando experiencia y talento joven y siempre con eterna fidelidad a los principios de la Revolución, y desde luego, si existe la perfección tiene que seguir andando hasta alcanzarla”.