FLORIDA, CAMAGÜEY.- Todavía entre las reacciones, las disoluciones problemas y las fórmulas químicas que resolvió para conquistar la medalla de bronce en la Olimpiada Centroamericana de la disciplina –desarrollada del 8 al 15 de julio, en la Universidad de San Carlos, en Guatemala– este joven de sólo 16 años compartió con Adelante Digital sus resultados, sacrificios y metas. Jocdan Lismar López Mantecón rompe cualquier estereotipo y muy pocos son capaces de imaginar lo comunicativo que es este talentoso floridano.

Sí, talentoso, así lo definió su entrenador y descubridor en el IPVCE camagüeyano, Julio Antonio Rodríguez: “Ya él sabe lo que es una olimpiada y el entrenamiento del equipo nacional, esperamos que pueda mejorar sus resultados. Está lleno de valores; no le gustan las cosas mal hechas, es muy disciplinado. Esa medalla es sinónimo de sacrificio, pues Jocdan tiene limitaciones de salud que pudieron frenarlo, sin embargo, él no se detuvo”, explicó el profesor.

Su alumno, como en la Olimpiada, tiene todas las respuestas como entrevistado.

—¿Por qué te decidiste a estudiar Química?

—Desde la Secundaria vengo participando en los concursos; en noveno grado  fui concursante nacional. Cuando llegué a décimo, un amigo de la escuela que conocía mis resultados y preferencia por la asignatura me habló de este tipo de competiciones, me presenté, me gustó, obtuve buenos resultados, pero décimo no participa en los eventos internacionales, así que tuve que esperar a onceno grado.

—¿Qué es lo que más te llama la atención de la Química?

—Es una ciencia que tiene mucho de teoría, mas también mucho de práctica, de laboratorio. Eso de experimentar es muy bonito, puedes ver las reacciones, lo que estudias en la teoría lo puedes visualizar en la realidad. Por eso pienso estudiar Bioquímica y Biología Molecular, ya me veo en un Centro de Investigaciones, buscando soluciones, medicamentos para curar enfermedades. Cuba tiene un desarrollo elevado, comparado con las potencias del mundo, no solo en la producción de vacunas y medicamentos, sino de fertilizantes para la agricultura muy utilizados, por ejemplo, en España.

¿Cómo fue el proceso de entrenamiento, qué fue lo más difícil?

—Lo más complicado es el comienzo, pues vienes de la secundaria y no estás adaptado. Los concursantes estudiamos las ciencias a un nivel universitario. Imagínate ¡de Secundaria a nivel universitario!, al principio te parece que no puedes con eso, que es mucho, para mí fue muy importante el apoyo de los profes y mis compañeros. Quizá sin ese apoyo me hubiera rendido. Se nos exige estudiar más de tres horas diarias Química nada más, sumado a la carga docente de las demás asignaturas del preuniversitario. “Aunque la Vocacional ha tomado varias estrategias para mejorar el proceso de los concursos, nos ha abierto oportunidades. Cuando llegas a la preselección nacional ya estás adaptado y no se hace tan difícil. Damos cuatro asignaturas: Química orgánica, inorgánica, Química Física y Análisis químico. Pero si estás claro de tu meta, es mucho más fácil”.

¿Y la competencia, cómo es?

—El examen consta  de dos partes, se realiza durante dos días consecutivos. Primero es el práctico en un laboratorio, realizando valoraciones y experimentos con diferentes muestras que nos entregan, tenemos que identificar las sustancias que nos dan.

“Al segundo día es la parte teórica, un examen de 5 hojas y solo tienes 5 horas para completarlo. Los mismos profesores después admitieron que estaba muy trabajoso, normalmente es una disolución problema a la que se le realizan todas las pruebas, pero en este caso eran nueve disoluciones problemas a las que debíamos hacerle varias pruebas”.

El camino es duro...

—Sí, este resultado no es de dos o tres meses, todo comienza en los concursos municipales y provinciales, para luego ir al nacional donde se seleccionan las 10 mejores notas de todo el país para integrar la preselección nacional. El camino es duro, en el centro nacional de entrenamiento durante un mes te hacen una serie de exámenes para seleccionar los equipos que van a las olimpiadas internacionales. Yo clasifiqué para la Olimpiada Centroamericana de Química.

“El próximo curso pienso prepararme y lograr participar en alguna olimpiada internacional, quiero ir a otro nivel, ya sea iberoamericano o mundial. Depende de mí, de los resultados que alcance en las pruebas durante la preparación nacional, voy a esforzarme mucho para lograrlo. Esta era mi primera vez en una olimpiada y me sentí muy bien, fue una experiencia bonita para los cuatro cubanos que asistimos; el oro también lo cogimos nosotros gracias a mi compañero de Sancti Spíritus”.

¿Cuánto sacrificio hay detrás de esa medalla?

—Hay que dejar de salir a fiestas, dejar de hacer las cosas que hacen mis amigos... por estudiar, pero es lo que me gusta, es lo que me he propuesto y sé que para lograrlo debo sacrificarme.

“Y mi familia también se ha sacrificado muchísimo para irme a visitar a La Habana, pues los pases son cada un mes o más. Resulta muy complejo, pero todos están orgullosos de este resultado que también es de ellos, y de mi país, pues fue esta Revolución la que me dio la oportunidad que en otros lugares del mundo no me hubieran dado”.

Jocdan revela su fórmula: “A los que no se han decidido todavía a meterse en este mundo, es verdad que es enrevesado, al principio más todavía; pero no se rindan, sigan adelante. Se los digo por experiencia, yo me esforcé y aquí están los resultados: conocer otros países, nuevas amistades, nuevos conocimientos, siempre ganas. Con preparación, consagración y sacrificio los resultados llegarán, esa es la fórmula del triunfo”.