CAMAGÜEY.- El 8 de junio de 1865, el joven patriota camagüeyano Ignacio Agramonte Loynaz concluía con notas de sobresaliente el ejercicio de grado que lo acreditaba como Licenciado en Derecho Civil y Canónico. No tenían mejor día los juristas cubanos para celebrar que ese, pues El Mayor es, ante todo, un ejemplo de ética y lo que debe ser un profesional dedicado al mundo de las leyes. A propósito de este día, Adelante dialogó con la MS. c. Teresa Hinojosa Torres, presidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba (UNJC) en Camagüey.

¿Cómo llegan los juristas camagüeyanos a este 8 de junio?

—El trabajo de la Unión en Camagüey está consolidado, el 2017 se convirtió en el 12mo. año consecutivo que alcanzamos la condición de destacados; son varios ya de experiencia en el desarrollo de las actividades propias de la organización. Hemos hecho mucho énfasis en los estudiantes de Derecho y jóvenes juristas, no solo los de la Universidad, también los del Ministerio del Interior.

“Le brindamos especial atención a la ética profesional, pues entendemos que practicamos una profesión que debiera ser un bastión de la ética. Otro aporte en estos años ha sido la vinculación efectiva a las tareas de actualización del modelo económico cubano, en la cual hemos tenido un rol protagónico, sobre todo en la actualización legislativa.

“En la arena internacional tenemos como principal misión denunciar la ilegalidad del bloqueo contra Cuba y el resto de las leyes extraterritoriales que buscan socavar la integridad de nuestro país.

“Este año, una camagüeyana, Odalys Torres del Campo obtuvo el premio Ignacio Agramonte por una investigación relacionada con el Derecho Laboral y la Seguridad Social; esta es otra de las motivaciones con que llegamos a este 8 de junio”.

La UNJC tiene una tarea esencial en estos tiempos, trabajar para elevar la cultura jurídica de la población cubana.

—Es una misión que hemos asumido con mucha responsabilidad, tenemos vínculos con los medios de prensa y espacios fijos en cada uno de ellos, donde acuden los mejores profesionales de nuestra provincia, especializados por materias, para dar a conocer a la población  las cuestiones jurídicas y legislativas más complejas.

“Nos toca velar porque el derecho a la información se ejerza efectivamente por nuestro pueblo, y en eso también somos protagonistas, en llevarle información jurídica al camagüeyano medio”.

Cuba enfrentará en los próximos meses un proceso de Reforma Constitucional en la que los juristas jugarán un rol decisivo. ¿Qué opinas al respecto?

—El proceso de reforma a la Constitución es súper necesario. En determinados momentos hemos tenido que dictar normas y leyes que han ido más allá de la Carta Magna, y por ello hay que actualizarla; los juristas hemos colaborado con varias investigaciones sobre el tema y ya las pusimos en la mesa de la comisión que hará la propuesta de todos esos estudios.

“Hay decretos-leyes, leyes, normas jurídicas que no están refrendados en nuestra Constitución, eso hace mucho más necesario ese proceso. Tenemos el privilegio de que dos camagüeyanos, siguiendo la tradición de Agramonte en Guáimaro, formen parte de la comisión; de ellos una es jurista, jueza de nuestro Tribunal Provincial, y podrá aportar mucho”.

¿Cuánto se ha avanzado en el trabajo con los estudiantes de Derecho y los juristas jóvenes?

—El trabajo con los jóvenes es esencial para asegurar el futuro. Nuestra organización brinda especial atención a la carrera, además de que ellos participan con nosotros en casi todas las actividades de la Unión, dialogan con otras generaciones que son ejemplo vivo de ética y compromiso con la toga. Esa es la mejor manera de asegurar los años que están por venir.