Foto: Del AutorFoto: Del AutorCAMAGÜEY.- ¿Cuánto le cuesta al Estado el barrido de un metro cuadrado de calle? A los operarios de Comunales los vemos temprano escobillón en mano higienizando, pero lo menos que pensamos es en el presupuesto asignado con este fin y en los gastos. Nos vamos más por opinar si el barrendero lo hace bien o mal, y punto.

Como contadora de profesión, a Sarah Varona Pazos, subdirectora de economía de la Dirección Provincial de Comunales, le pareció importante desentrañar este y otros entuertos, de manera tal que el presupuesto no vaya camino de la dispersión, no alcance y finalmente sea apreciado un sobregiro en los gastos.

En el primer trimestre del 2017 por una deficiencia detectada, de que no se había implementado la Resolución 3 del 2013 de Finanzas y Precios, la cual establece el Sistema de Normas Unitarias de Gastos y de Consumo, se comprendió la necesidad de transformar el panorama.

Para una especialista como ella y todos los que la secundan en las direcciones municipales de Comunales, excepto en Minas y en Esmeralda, donde hay que fortalecer los aparatos económicos, no le resulta difícil aplicar la fórmula.

“Es llegar a todos los gastos asociados y dividirlos por el nivel de actividad, tomando en cuenta los medios de protección de los trabajadores, el capital humano o gastos del personal, las depreciaciones de los carros que utilizan para recolectar la basura, los implementos y materias primas y materiales, como escobillones plásticos, las escobillas y las mochitas de limpiar los picotes.

“Para poder llegar a un buen cálculo de las normas unitarias de gastos necesitamos tener en cuenta cuál es la norma de consumo que lleva un trabajador en Comunales, si no no lo podremos lograr”.

—¿Se han acercado a despejar los gastos?

—Sí, los hemos logrado en los municipios de Camagüey, Nuevitas, Sierra de Cubitas, Santa Cruz del Sur, Vertientes, Carlos Manuel de Céspedes y en otras localidades importantes, territorios en los que se acoge la labor como un sistema de trabajo. Como promedio equivale a $2.58 de gastos del presupuesto del Estado por metro cuadrado.

Hechas las deducciones, una cuadra de 100 metros le representa al Estado desembolsar $25.80, y si la operación en el día se repite dos veces es el doble, y aclaró: “Esta práctica contable está establecida, pero el sistema organizativo de si el operario va o no va, o no tiene su impacto en la limpieza de la comunidad, es otro tema”.

La norma de gasto es aplicada también en el mantenimiento de las áreas verdes, en la recogida de desechos sólidos urbanos y en todas las actividades de Comunales que se informan en el país, entre ellos también el de necrología. Supuestamente el presupuesto asignado es para garantizar los servicios básicos a la población.

La economista sostiene que aunque parezca que no, ellos producen servicios y valor agregado bruto y tienen que buscar la eficiencia a través de lo que planifican y el cálculo del real, donde ven el aumento o la disminución de la norma unitaria de gasto.

—¿Qué consecuencias trae no alinearse a las normas de consumo?

—Si usted no la sabe, no conoce la frecuencia del gasto. Las normas de consumo son las que te van a decir en cantidades físicas lo que requiere esa actividad.

“Incluso puede provocar exceso de inventarios en los almacenes cuando compro, sin normas, y lo hago a libre demanda, sin saber lo que requiero por especialidad. El trabajador de higiene no es igual al del cementerio ni el de la funeraria.

“Este último lleva ropa y calzado que es uniforme; el de cementerio, overol, guantes, botas, nasobuco… No puedo decir: voy a comprar 3 000 pares de botas de goma si no todos las llevan”.

La adquisición de determinados recursos se les complejiza porque no tienen dónde comprarlos, Almacenes Universales no los venden y sí a otras empresas. “Comunales fue el año pasado cinco veces a Almacenes Universales Habana y por una u otra razón no respondieron a nuestra demanda, y finalmente tuvimos que adquirir las botas en el Fondo de Bienes Culturales, donde un par cuesta 15 CUC, casi el doble.

La aplicación de las normas, según la funcionaria, les ha permitido ahorrar, y lo importante de todo es el cambio de mentalidad en los análisis, la ayuda del consejo de dirección y, sobre todo, utilizar las normas como instrumento de trabajo y, fundamentalmente, con el factor de planificación sobre la base de tres momentos: anteproyecto, ejecución y liquidación.

Todo lo dicho es importante, pero esencial, a mi juicio, es que el dominio de los gastos llegue hasta el último trabajador para que la gente sepa defender el presupuesto.

Sello el tema con la valoración hecha por el Doctor en Ciencias Marcos Morales, funcionario de la Dirección Provincial de Finanzas y Precios de que “las normas de consumo, unitarias y gastos surgen para fundamentar los presupuestos. Las normas no actúan por sí solas, sino como sistema de costo; de hecho, Comunales lo está implementando y también el sector de la Salud”.

¿Por qué las demás entidades presupuestadas no aplican las normas? Hacerlo sería una manera de cuando la Contraloría supervise la liquidación del presupuesto, este se encuentre en armonía con la aplicación de la Resolución No. 3 del Ministerio de Finanzas y Precios para alcanzar un presupuesto y economía saludables. Norma es más que un bello nombre de mujer.

Foto: Otilio Rivero Delgado/ AdelanteFoto: Otilio Rivero Delgado/ Adelante

PRESUPUESTO DEL AÑO 2018 DE COMUNALES

74 millones 308 500 pesos

LAS DIRECCIONES MUNICIPALES DE COMUNALES ASUMEN GASTOS QUE NO SON PROPIAMENTE DE ELLAS:

*Por estos conceptos la suma asciende a 26 millones 383 100 pesos.