CAMAGÜEY.- Los hombres del campo creen en lo que ven, no en lo que les dicen. La frase acuñada por el jefe nacional del movimiento de usuarios del biogás en el país no es mera fantasía.

El Dr. C José Guardado Chacón toma el tema del fomento de biodigestores como un elemento imprescindible en la difusión de una de las fuentes renovables de energía, articulada, además, a la protección del medio ambiente y al cuidado de los suelos.

La entrevista transcurrió durante un intercambio fructífero sobre el cierre del ciclo de veinte años del trabajo del movimiento, el cual finaliza en el 2017 y formula una nueva etapa con la estrategia consensual de conjunto con instituciones del Estado en el marco del desarrollo local.

El especialista habló de resultados discretos en el país y puntualizó los avances en el municipio pinareño de Los Palacios, cuando “el movimiento llegó allí solo había dos biodigestores y tienen hoy más de 130; en Encrucijada, en Villa Clara, de una sola instalación hoy posee más de 90 y el municipio Segundo Frente en Santiago de Cuba, de apenas tres digestores y supera los 100”.

Guardado mencionó que en esta primera etapa logran el reconocimiento de Cubasolar como institución y el premio Luis Wannoni Lander de la Unión Panamericana de Ingenieros por el desarrollo sostenible en ese campo.

Lo más próximo, dijo, es hacer sinergia con los diferentes sectores y proyectos avanzados de desarrollo agropecuario y ganadero, y con los Ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de Energía y Minas.

“Desde hace mucho tiempo entendemos realmente que la fortaleza que tienen las FRE es con la acción participativa de la gente en el desarrollo local”.

En la conversación comentó que para nadie es un secreto la importancia de la energía, el biogás, fundamentalmente, pero hay mucha incultura sobre los tres productos finales de la tecnología, el valor energético, el biol del agua y el biosol.

—Camaguey, a su juicio, era una potencia de biogás. ¿Qué lugar ocupa hoy?

—Lamentablemente no puede decirse que es una de las provincias más avanzadas, pero es la de mayor fortaleza en cuanto al potencial técnico, a través del Centro Integrado de Tecnología del Agua (CITA), dedicado a investigar, y no olvidar que es una potencia agropecuaria y ganadera, de cuyos desechos se nutre el biogás. Hasta ahora hemos dicho qué hacer y cómo hacerlo, pero se requiere del acompañamiento en este proceso.

Según estimados de Guardado, el país debe cerrar el 2017 con unos 4 000 biodigestores, soporte esencial para desarrollar el biogás.

En el reciente V Taller Nacional de Tecnologías para el abasto de agua y uso de las fuentes renovables de energía, celebrado el 15 y 16 de noviembre en el balneario Santa Lucía, fueron llevadas experiencias sobre la utilización del ferrocemento como alternativa para la construcción de biodigestores y acerca de la propuesta óptima para la producción de biogás en mezclas de residuales porcino-bovinos y porcino-avicola.