CAMAGÜEY.-El Guille es un hombre doblemente enamorado. De su esposa María del Carmen y de la fábrica que le abrió sus puertas hace 32 años.

Poco difícil que haya un trabajador –hombre o mujer—del colectivo que lo supere en conocimiento, excepto el casi octogenario Julio Suárez, uno de los más avezados especialistas en sistema de bombeo en Cuba y quien funge como su principal asesor.

Ahora que el Parlamento vuelve a insistir acerca de la necesidad de reducir importaciones, nada más atinado que disponer de tiempo para revelar los esfuerzos en este sentido.

La fábrica de bombas tiene un núcleo central que comienza en la fundición que, desde antaño, es conocida por Hermanos Steere, ubicada no muy lejos del policlínico Tula Aguilera, expandiéndose hacia el reparto El Porvenir, donde son maquinadas, comprobadas y reciben las pruebas hidrostáticas de vacío y en el laboratorio para certificar la calidad y los parámetros hidráulicos.

No crean que exagere al rendir culto a Guillermo Piñeiro Libera. Empezó allí con 21 años y pasó la prueba de fuego como ayudante de mecánico, técnico, especialista de mantenimiento y de CNC (Control Numérico Computadorizado) y jefe de taller, de donde “me sacaron hace nueve años para esta responsabilidad de director”.

Los más viejos en la fábrica saben que llegó con pelo y 90 libras; en cambio, hoy es calvo y con el doble del peso corporal y barba, aunque incipiente.

En la industria se ha introducido la más avanzada tecnología.

UN GANADO PRESTIGIO

De la única fábrica de bombas centrífugas horizontales en Cuba, radicada en Camagüey, el principal cliente suyo es la rama tabacalera que en los más de veinte años ha adquirido una cifra superior a las 40 000 de estas unidades.

Los tabacaleros como sector que ha consolidado su gestión productiva y financiera, adquiere los motores y algunos accesorios en el exterior, pero el resto de la estructura se fabrica aquí.

El prestigio que tienen los productos mecánicos locales se lo han ganado a fuerza de calidad y seriedad en el cumplimiento de los planes en los plazos previstos, incluso, desde el 2015, con independencia de las 1 000 y un poco más que compran anualmente, solicitan los repuestos para garantizar los mantenimientos. Una de las ventajas es que los impelentes son de hierro y más duraderos.

Cuba debe aspirar a lo que sucede entre tabacaleros y productores de bombas se generalice en el resto del sector empresarial. Han creado un sistema sincronizado con la logística para extraer la producción terminada, evitar el abarrotamiento de productos en las áreas y que las bombas lleguen a su destino en todo el país lo más ágilmente posible.

El 2018 marca una etapa superior en los nexos comerciales. Incluye en el plan de ese año, por primera vez, el encargo de 500 bombas manuales, con un fin social, de atender las comunidades que corresponden a su patrimonio productivo como un valor agregado en el índole de la atención a sus habitantes.

Este tipo de equipo de bombeo, de adecuársele una palanca eleva el agua a un tanque a diez metros de altura y con su correspondiente cilindro puede buscar el preciado líquido a profundidad de hasta 30 metros.

Las bombas listas para el embalaje y salir para la producción.

¿EN EL RESTO DEL AÑO QUÉ SUCEDERÁ?

Si los tabacaleros defienden a ultranza consumir lo que produce el país en equipos hidráulicos, Guille no se queda atrás. Por el tono que emplea al hablar parece sentirse molesto.

Guillermo Piñeiro Libera“La gente me dice: tú bomba cuánto hala; el que me lo pregunta le respondo: lo mismo que la que traes de afuera: seis metros. Después de seis metros hay que ponerle eyectores. Nosotros seguimos normas internacionales”.

La bomba de residuales es una asignatura pendiente y depende de vincularse con un socio. El objetivo: proteger el manto freático frente a la escasez de agua y que esta no se contamine.

La fábrica camagüeyana se espera que en el 2018 esté cerca o a plena capacidad de unas 5 000 bombas, de ahí que de conjunto con las instancias superiores de dirección se esté pensando en planes inversionistas y, por otro lado en estrechar los vínculos con la Facultad de Mecánica de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte.

Mientras tanto, después de septiembre en que culminen los planes de los tabacaleros para reiniciarlo en diciembre, el resto del año 2017 es para elaborar los sistemas de riego y las bombas para los sectores ganaderos y de la vivienda.

Piñeiro dentro de su carpeta trae libros de cálculos industriales para bombas. Los fines de semana en momento de ocio va para la casa del viejo Julio Suárez a compartir sueños en el mundo apasionante de las bom