Cabrera destacó la sencillez, entusiasmo, laboriosidad, caballerosidad y dedicación a los estudios de Tony, quien este 16 de octubre cumple 56 años, después de 16 años de injusto encarcelamiento en los Estados Unidos, por defender a su pueblo de acciones terroristas.

Recordó sus cumpleaños en Cuba, y especialmente en esta ciudad, donde compartió en varias ocasiones con sus amigos más allegados, cuando las responsabilidades que ocupaba como ingeniero civil en el Aeropuerto Internacional Antonio Maceo se lo permitían.

Priorizaba lo profesional, pero también le encantaban las fiestas y, como buen cubano al fin, le gustaba mucho bailar casino y hacer gala de su dominio de ese género popular, lo cual disfrutaba cuando celebraba su aniversario, dijo Cabrera.

Expresó que Tony era aficionado a los juegos de mesa, algo que mantiene en prisión, donde de vez en cuando echa una partida de ajedrez, y tiene en proyectos preparar un libro sobre el juego ciencia, ilustrado por él mismo.

Este 16 de octubre el luchador antiterrorista cumplirá otro año de vida, pero en la prisión, quizás rememorando los momentos felices en Cuba, añorando a los suyos y pensando en el día que estará junto a ellos, para celebrar algo más que un cumpleaños: la alegría añorada de estar en su país.

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