CAMAGÜEY.- Los Tigres acaban de ganar esta semana su primera subserie en la presente edición de la Liga Superior de Baloncesto masculino, justo cuando restan seis juegos para el final de la temporada regular.

A esta altura del campeonato, la barrida ante Matanzas entre miércoles y jueves con marcadores de 75-64 y 67-63, respectivamente, fue un respiro en la intenciones de buscar un cupo a las semifinales, pues se ubican en el sexto puesto de la tabla general con 32 puntos e inventario de 10 victorias y 12 derrotas. Para incluirse en semifinales tendrían que vencer en el cierre ante Capitalinos, Sancti Spíritus y Artemisa, los dos últimos ocupantes del quinto y el primer lugar, respectivamente.

Con los habaneros se miden desde ayer en el Palacio de los Deportes Rafael Fortún Chacón, luego viajarán al Yayabo y terminarán el recorrido en casa los días 19 y 20 de este mes ante los artemiseños. Por lo que he observado en todos los compromisos que se han celebrado en el coloso del Casino Campestre, pocos equipos cuentan con tanto talento en su plantilla como los nuestros. Matanzas, por ejemplo, ni siquiera tiene a sus atletas en buen estado físico, sin embargo ocupan el cuarto puesto del escalafón.

El rendimiento personal de sus figuras más jóvenes no ha estado a la altura de las potencialidades reales. Aunque aquejados de intermitentes molestias, los talentosos Julio César Villegas, Yoimar López y Yonnager Martín no han aportado lo que de ellos se esperaba. El liderazgo del conjunto ha recaído nuevamente en el veterano Yordanis Jaca, que hasta el momento del incidente que le provocó una fractura en su mano derecha en el último juego contra Santiago de Cuba, lo asumía en ambos lados de la cancha. Lo contrario se podría decir del capitán Raimer Caballero, porque no ha sido capaz de impregnar solidez organizativa al accionar de los felinos.

Este está siendo uno de los años más grises de su carrera por la cantidad de pelotas que pierde, la poca efectividad en los triples y el mal manejo de los tiempos de juego. Mención positiva merece Keiler Cala, quien asume la posición de pivot con desventaja de estatura, pero con mucho valor. Este año ha explotado sus posibilidades de salto en función de la defensa en la zona pintada y ha logrado los mejores registros anotadores de su carrera. Otro que también destaca a pesar de su inexperiencia es el escolta floridano Carlos Lara, serio en defensa y con números sobre la media anotadora individual el certamen.

En cuanto al colectivo técnico, hay que reconocer que nuestros atletas tienen buena preparación física, pero el manejo táctico deja muchas interrogantes. Si bien los Tigres siempre se han caracterizado por las transiciones rápidas en ataque y el marcaje personal de los principales jugadores contrarios, estas estrategias no pueden ser rígidas. El estudio del rival y las coyunturas de un juego, deben dictar los cambios en la táctica.

Varias veces hemos visto que los oponentes le encadenen más de diez puntos o que los nuestros fallen tres o más acciones ofensivas sin que desde el banquillo soliciten tiempo fuera o realicen algún cambio. En ocasiones el director Juan Antonio Morales, sus asesores y los jugadores han permitido que les remonten ventajas de casi 20 unidades en un cuarto, principalmente en los dos últimos. Otro detalle que se les escapó fue que tras la solicitud de los refuerzos se pudo sustituir al joven talento avileño German Clark, que se sometió a una operación que le ha imposibilitado estar disponible para Morales.

Su coterráneo William Granda ha podido aportar más, aunque tampoco está en plenitud de forma, pero su calidad y flema han bastado para asegurar más de un triunfo. El internacional es el único santo al que le llegan las plegarias de los aficionados cuando Camagüey se desmorona en la segunda mitad de cada partido.

En un torneo en el que planteles como Santiago de Cuba, Capitalinos y Sancti Spíritus no cuentan con sus mejores jugadores, contratados en clubes de Argentina y España, los camagüeyanos no han aprovechado todo su calibre.

Aunque aun podrían incluirse en los play off de la LSB 2019, los Tigres no han cumplido con la afición y sus ambiciones personales. Otra vez se disipa el sueño Superior.