CAMAGÜEY.- Desde hace años, lo mejor del básquet masculino cubanos se viene concentrado en las regiones del centro y el occidente de la Isla. Ha sido un proceso durante el cual potencias históricas como Ciego de Ávila, La Habana, Camagüey y Matanzas han visto acortarse las distancias que las separaban del resto de los quintetos integrados en la Liga Superior.

La muestra más evidente del fenómeno se produjo el año pasado, cuando una deslucida versión de los Búfalos quedó fuera de la postemporada por cuenta de sus propias carencias, y del empuje de Villa Clara (medallista de bronce y líder de la temporada regular con 18-3) y Pinar del Río (que a la postre logró ceñirse su primera corona de la LSB).

Incluso Sancti Spíritus y Artemisa pueden contarse entre los quintetos con posibilidades de sorprender más allá de los pronósticos.

Por eso tienen tanta importancia los acontecimientos que se suceden en las convocatorias del Torneo Nacional de Ascenso con asiento en el capitalino Coliseo de la Ciudad Deportiva y la Sala Amistad de Santa Clara. Casi con seguridad, de ambas saldrán seis de los ocho animadores de la próxima Liga, como sucedió en la última edición.

Mientras, en el Oriente solo queda esperar por la definición entre tuneros, santiagueros y guantanameros, tres formaciones que han mostrado muy buen desempeño en su correspondiente segmento del TNA, pero que no se perfilan entre los favoritos de cara a la instancia de élite.

TODO O NADA EN LA “AMISTAD”

Tanto por la historia como por la “profundidad” de su nómina, Cienfuegos resulta el más débil del grupo en el que militan los Tigres. Eliminados de la ecuación los sureños, que al redactarse estas líneas marchaban sin éxitos en tres presentaciones, solo queda por ver quiénes acompañarán a los Búfalos en su pase a la Superior, listando entre los candidatos –casi con las mismas posibilidades-- a los nuestros, a los naranjas y a los espirituanos.

Hace un año los de la Trocha, máximos ganadores del baloncesto masculino en Cuba, con nueve coronas, totalizaron siete victorias y catorce derrotas, el mismo balance que los camagüeyanos. Su descenso hasta la sexta plaza de la clasificación fue la nota más sorprendente de una temporada que para la franquicia rayada marcó el punto más bajo de su historia reciente, al saldarse con un discreto séptimo lugar.

A la vuelta de unos cuantos meses aquel resultado sigue cargando los dados en contra de Camagüey. Mucho más por el hecho de que el de los agramontinos es uno de los cuadros regulares que menos cambios ha experimentado de campaña a campaña, y su banca sigue siendo de las menos nutridas entre las formaciones que regularmente se dan cita en la Liga. Así, solo queda echar mano a la garra que históricamente los caracterizó y no perder oportunidades ante rivales de segunda línea.

El compromiso de hoy ante Sancti Spíritus es una muestra de lo antes mencionado. Al redactarse estas líneas los lugareños se medían a los yayaberos en su penúltimo cotejo de la primera ronda clasificatoria. Luego de imponerse 97-90 a Villa Clara y caer 69-57 ante Ciego de Ávila, la jornada se perfilaba como decisiva en sus aspiraciones. De agenciarse el encuentro, solo les quedaría el encuentro de trámite, mañana frente a Cienfuegos, para cerrar su hoja de anotaciones con meritorio 3-1.

De ahí en más, bastaría con mantener el paso para, en la segunda vuelta, asegurar uno de los boletos en discusión.

Las convocatorias de la Liga Superior de Baloncesto han sido anunciadas para comienzos de 2018. La femenina --a la que asistirán las Panteras-- arrancará en enero, en tanto los hombres abrirán su organigrama en febrero, luego de la segunda ronda de las eliminatorias mundialistas.