RÍO DE JANEIRO.- (ACN) El boxeo cubano volvió a erigirse hoy sobre su historia, cuando Robeisy Ramírez y Arlen López le aportaron las fajas que dieron por satisfecha la misión traída a los XXXI Juegos Olímpicos que concluyen mañana en esta ciudad.

El pluma Ramírez celebró por segunda vez en estos escenarios poco antes que el mediano López coronara su estreno en los mismos, para que ambos se sumaran a la fiesta dorada iniciada dos días atrás por el semicompleto Julio César La Cruz.

Robeisy, monarca mosca en Londres 2012, fue mejor en los capítulos primero y tercero y mereció el veredicto de 2-1 (29-28, 29-28 y 28-29) asignado por los jueces, mientras que el estadounidense Shakur Stevenson se deshacía en el llanto de la impotencia luego de sostener férrea batalla.

Para toda Cuba, para mi niña Renata, para mi madre, para mi familia, para mi novia, sentenció medalla en mano el astro cienfueguero, poco después de librar su quinto pleito sobre el cuadrilátero del Pabellón 6 de Riocentro.

También para mi suegra y para mi difunto suegro, que tanto la deseó y se empeñó para que llegara... Al colectivo técnico, a todos los que confiaron y me apoyaron de una manera u otra, sentenció.

Como todos saben clasifiqué de último por circunstancias de la vida, pero aquí está el resultado que yo y muchas otras personas queríamos, expresó mientras recibía abrazos y felicitaciones, incluidas la de su propia víctima, todo talento a los 19 años.

López agregó que tras conocer que el choque estaba parejo después de dos asaltos, se propuso acelerar el ritmo en las distancias media y corta en busca de golpes claros que le permitieran definir.

Un saludo especial para mi abuelo, que está enfermo y sé que ha disfrutado mucho este momento, significó el astro de 22 años devenido sexto bicampeón olímpico del boxeo de la isla caribeña y lleno de condiciones para asumir otro ciclo.

Desde que gané en Londres se pensó en eso, pero serían cuatro años de trabajo, del día a día, y solo lo que suceda durante ese tiempo terminará por decidir, comentó como parte de un diálogo en que también ponderó el apoyo de la afición brasileña.

A Arlen el baño de oro le llegó con crédito de 3-0 (29-28, 30-27, 29-28) sobre el uzbeko Bektemir Melikuziev, a quien repitió la dosis con que también le dejó segundo en la justa del planeta.

Es grande la alegría de saber logrado lo que nos llevó a esforzarnos tanto, de haberle dado lo mejor a mi país, que es esta medalla con que aportamos a nuestra delegación, destacó junto a varios reporteros.

Es el regalo que hago a mi mamá desde lo más profundo de mi alma, y es además el agradecimiento a Fidel, a Raúl, y a todos los que nos antecedieron como figuras importantes de la escuela cubana de boxeo, puntualizó junto a su entrenador Julián González Cedeño.

Es el premio a la responsabilidad con que ha trabajado durante los últimos cuatro años, una muestra de la capacidad adquirida, de sus posibilidades de adecuarse a la situación en dependencia de las características y exigencias del contrario, expuso en medio de la emoción.

Ambas fajas cerraron un medallero en el que aparecen igualmente los bronces del minimosca Joahnys Argilagos, el mediano Lázaro Álvarez y el crucero Erislandy Savón. 

Con estos resultados, Cuba escaló momentáneamente al escaño 17 con balance de cinco preseas de oro, dos de plata y cuatro de bronce.