Camagüey.- Las escuadras de Camagüey y Villa Clara determinarán hoy el clasificado del Centro a la final de la tercera Serie Nacional de Boxeo. A priori, los lugareños parecen con casi todas las posibilidades para agenciarse un boleto que el año anterior habían perdido –precisamente– ante sus rivales de turno.

En la primera ronda de cotejos, realizada hace varias semanas en Sancti Spíritus, los Guerreros de El Mayor consiguieron marcar diferencias con éxitos de 6-4 ante los Naranjas, 7-3 versus los de la Tierra del Yayabo, y 9-1 y 10-0 a costa de Ciego de Ávila y Cienfuegos, respectivamente.

Tan lapidarios guarismos les permitieron agenciarse 216 puntos (39 más que sus inmediatos perseguidores, los villaclareños). Por eso entendidos apuntan a una casi inevitable coronación regional si hoy el match entre ambas formaciones vuelve a favorecer a los de esta parte de la Isla.

Mucho más después de que ayer la tropa de Juan Díaz superara a Sancti Spíritus 6-4, sin mayores sorpresas y con un desempeño que se mantuvo dentro de las expectativas. Tras ese resultado los locales acumularon otras 48 rayas, decisivas en cualquier compendio final.

Tampoco es que los resultados estén “cantados”, pues ayer Villa Clara dio un importante paso en firme al barrer al representativo de Ciego de Ávila. Con ese impulso su bolsa se enriqueció hasta completar las 239 unidades, en un peligroso acercamiento que los actuales líderes del ranking nacional deberán cortar esta tarde, en el Palacio de los Deportes Rafael Fortún y ante su público.

La escuadra que buscará lograrlo fue confirmada esta mañana por los directivos del boxeo local. Así se conoció que los únicos cambios en su plantilla serán los de Ruviel Nuviola y Raisel Poll (60 y 81 kilogramos, por ese orden). En el resto de las divisiones se mantendrán Damián Arce (49), Ulises Nogueira (52), Enmanuel Varona (56), Yoenlys Hernández (64) y Yeinier Areu (75). Yoendris Baró (91) y Ricardo Agüero (+91) se harán cargo de los pesos superiores.

Para Camagüey la Serie Nacional de Boxeo tiene un valor simbólico muy particular: constituye el único trofeo que falta en sus vitrinas boxísticas. Para saldar tal deuda resulta vital no dejar dudas... mucho menos ante sus retadores de la zona.

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