Pero como en tiempos helénicos, los de la Cuna del Himno Invasor en Cuba no necesitan de todas las “condiciones” para hacerse con un lugar sobre el ring. Así lo demuestran sus buenos resultados en las últimas ediciones de los certámenes escolares, que los han visto ubicarse entre los mejores municipios. Además, tres talentos han “ascendido” hasta la franquicia provincial desde este peculiar centro deportivo ubicado en una de las arboledas de la comunidad de Cuatro Caminos.

Cada tarde es posible hallarlos en ese punto. Son unos 60 alumnos distribuidos en cinco categorías de acuerdo a sus edades. Casi todos residen en el poblado cabecera, aunque más de uno sabe de largas distancias caminadas hasta otros sitios; tampoco las “puertas” están cerradas a los pupilos que un día egresaron de allí, como pudo comprobar Adelante Digital el día de su visita.

Esa vez encontramos a Rubiel Nuviola y Ulises Nogueira, dos de los najasenses integrados en la escuadra de los Guerreros de El Mayor, que representa a la provincia en los certámenes nacionales. “El profe nos enseñó que es necesario mantener siempre la forma deportiva; no importa si como ahora, estamos de receso en los entrenamientos”, afirmó el primero, peleador de los 60 kilos que en la más reciente convocatoria de la Serie Nacional archivó sendas victorias en sus dos presentaciones.

Ulises (52 kg.) lo secunda con un motivo ante el cual queda poco por agregar. “Somos ejemplos para los más pequeños. Como ellos, nosotros empezamos aquí y poco a poco hemos tratado de superarnos. En el boxeo todo depende de uno, sin importar si se entrena debajo de unas matas o en el mejor gimnasio del mundo”.

Cual una confirmación de sus palabras, los niños siguen sus movimientos con tanta o mayor atención que los del propio entrenador, pues en cierta medida el boxeo se basa en eso: la imitación de paradigmas.

Algo así pudiera decirse de Miguel Antonio Samé Guarmaluz, un inquieto y espigado muchacho de once años de edad que se perfila entre los más prometedores prospectos del territorio. No sería una sorpresa, pues ya su hermano mayor sienta plaza en la EIDE y con su rapidez de piernas muy bien pudiera convertirse en uno de esos boxeadores que siempre conviene tener en nómina.

“En Najasa existe una larga tradición en los deportes de combate. El boxeo, en particular, tiene muchos seguidores y no es extraño que a veces las personas se acerquen a ver cómo se prepararan los niños. Puede decirse que aquí viene siendo como un deporte insignia”, asegura el profe Samé.

Acostumbrados como están a poner el pecho a las dificultades, los najasenses parecen nacidos para probar su valía entre las doce cuerdas; no importa, si como es el caso, tienen por techo el cielo y en vez del encerado sus carteles deben emplear la tierra rellenada con zeolita. Los golpes “pesan” igual allí o en el mejor de los escenarios.

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