CAMAGÜEY.- Pesaba casi 200 libras, era un gigante de piel oscura que llevaba en su apellido la marca de sus antepasados al servicio de los patricios del Camagüey, cuando la esclavitud, pero redimía a sus ancestros con singular fuerza sobre el ring transformador: Omelio llegó a ser uno de los mejores heavy weight del boxeo cubano.

El Agramonte negro estuvo a punto de ser campeón mundial, fue capaz de arrancar aplausos en Estados Unidos al mismo tiempo que su coterráneo Kid Gavilán. Fue competente para enfrentar a Joe Luis, fulminante al llevar a la lona a Johnny Haynes, era un púgil al estilo del Giraldo Ramos “Niño” Valdés, ese al que el acuarelista Carbonell le dedicó estrofas cuando era el ídolo de los más pobres. De hecho, en la arena nacional, Omelio y “El Niño” fueron los principales antagonistas entre los súperpesados.

Cuando Valdés se fue a los Estados Unidos el camagüeyano hacía el viaje a la inversa, justo cuando la faja quedaba vacante, cuestión que dirimió la Comisión Nacional en 1947, dándole el título a Omelio Agramonte.

Seis años después chocaron guantes las dos moles y el rey ausente recuperó su corona. El retador iba en picada, luego de su paso por Alemania, Venezuela y Chicago, había perdido en Tampa contra Cleveland Williams y no pudo ante “Niño” Valdés. Fue el adiós de Omelio, pero consta su reinado y su titularidad en los mejores carteles de la capitalina Arena Cristal y el Palacio de los Deportes desde finales de los ‘40.

Este gran boxeador nació en la Ciudad de los Tinajones el 17 de agosto de 1924 y en su prolífera carrera, a partir de 1942, obtuvo 53 victorias (de ellas 32 por KO) y sufrió 21 derrotas. Escaló el cuadrilátero en Miami, Detroit, Pittsburgh, Nueva York, Filadelfia, Cleveland, Baltimore, también en Haití, Jamaica, Trinidad-Tobago y Curazao.

Al principio de su carrera perdió con otro grande, Kid Tunero, y una vez, en octubre de 1950, metió un derechazo demoledor, a los pocos segundos del octavo round contra Haynes, en Scranton, Estados Unidos, sin embargo, si algo marcó a Omelio Agramonte fueron los combates versus Joe Louis “El Bombardero de Detroit”.

El chisme es que cuando Louis, 25 veces campeón mundial y por 12 años invicto, iba a boxear en La Habana en 1949… ¡Le robaron los pantalones en la pesa del estadio del Cerro, hoy Latinoamericano! El pleito frente a Agramonte no se dio, sino dos veces en 1951, en Miami y Detroit. Aun cuando Louis ya no era el mismo, y ya había soportado la paliza a manos de Rocky Marciano, venció en las dos oportunidades, cuestión que no demeritó a Omelio, quien resistió todos los embates.

Agramonte tuvo un hermano pelotero, justo en el club de la Sociedad Maceo, pero su nombre pareció extinguirse, no sé si en La Habana o en otros lares, pues su muerte pasó inadvertida el 26 de agosto del 2000.

Muchos se enterarán con estas líneas que tuvimos uno de los mejores heavy weigth, de esos que intentaron salir de la miseria a golpes. Si quieren saber más pregunten por la plazoleta de Bedoya, dicen que por allí vivía el Agramonte negro.