CAMAGÜEY.- Sin transcurrir apenas una primera semana del ferviente Mundial de Fútbol de Rusia 2018 y como ha ocurrido en el inicio de muchos de los certámenes de este tipo, comenzaron a caer algunos pronósticos que daban como ganadores de partidos a unos y lograron el triunfo o el empate otros, saltos en el libreto que reafirman lo impredecible del más universal de los deportes y el emparejamiento del nivel futbolístico en todas las latitudes.

Alemania y Brasil se sumaron en la jornada dominical a España, como otros dos de los grandes favoritos para ganar el cetro que pasan sin triunfar en su primera salida a la cancha. Los teutones cayeron 0-1 frente a un aguerrido y talentoso equipo de México, y los del Gigante Sudamericano igualaron a un tanto ante una muy ordenada selección Suiza, sobre todo en el sector defensivo y en el mediocampo.

Como dos conjuntos grandes que son por su pasado y presente, ni el de los alemanes ni el de lo brasileños se mostraron apáticos sobre la cancha, pero el favoritismo hay que consolidarlo con goles y triunfos y los actuales campeones no consiguieron siquiera anotarle uno a los aztecas, pese al vendaval de disparos que hicieron contra la portería del Memo Ochoa, sobre todo en el segundo tiempo.

Hoy están ausentes Philipp Lahm y Schweinsteiger y además hace algún tiempo que los dirigidos por Joachim Loew necesitan de un buen 9, que no sea quien ya no es tan Super Mario Gómez, quien todavía guarda pólvora de la buena aunque en el poco tiempo que tuvo en el césped no la hizo explotar. La falta de un delantero así, pudiera pasarle factura a este equipo si le siguen sin marcar los históricos Thomas Muller y Mesut Ozil y hombres como Julian Draxler y Marcos Reus tampoco se sumen a perforar las redes.

Lógicamente la Mannnschaft, es la Mannnschaft, sangre fría, calidad individual y colectiva, fortaleza física y mental, estrategia y buena dirección técnica le brota a los alemanes por los poros para revertir este primer marcador en contra en la fase de grupo, y recuperarse como uno de los cuatro seleccionados con más papeleta para levantar la Copa e igualar al pentacampéon Brasil.

Precisamente a la Canarinha tampoco le alcanzó todo el arsenal técnico, las gambetas, las triangulaciones, la velocidad y detalles de sus delanteros y la cantidad de disparos, muchos de los cuales fueron atajados de forma magistral por el arquero.

Únicamente Coutiño el del Barcelona logró enganchar un disparo de derecha desde fuera del área y con un golazo poner a sus compañeros. Sin embargo, los europeos fueron creciendo, ajustando su sector defensivo y durmieron el accionar de los brasileños con un trabado mediocampo, más cuando de un tiro libre cerrado llegó la igualada en el encuentro tras un soñoliento Alisson Becker.

Luego vendrían los polémicos penales sin pitar, culpa de la ceguera o no del árbitro y de la ceguera o no de los dueños del VAR. Pese a eso, con todo y los fallos arbitrales a Brasil le faltó definición y más que eso el aporte exacto y eficiente de su estrella Neymar, quien en estos primeros minutos estuvo fuera de su acostumbrada forma.

Foto: Tomada de depor.comFoto: Tomada de depor.com

Decir que Brasil peca de la Neymarmanía sería en buen cubano inflar, porque en esa selección hay muchos otros hombres que sin tener al nivel del 10 pueden tirar del carro sudamericano y ayudar más a su compañero si este sigue disminuido en su rendimiento. Ahora, hay que meter la pelota dentro. Tirar y tirar, regatear y regatear, triangular y triangular no dice nada cuando no se marca el gol, que en definitiva es el elemento que te permite ganar, igualar o perder.

Se acabaron los amistosos, la Eurocopa y la Copa América, esto es el Mundial. Y como en el béisbol, aquí si no los cuelas te los cuelan porque en todos los planteles hay jugadores capaces de con una individualidad, un destello, borrarte las ilusiones, y una equivocación bien aprovechada te las derrumba. No siempre gana quien mejor juega, ni pierde quien más malo lo haga, pero hay que concretar con goles y triunfos.