CAMAGÜEY.- En la primera mitad, Camagüey archivó quince victorias y cinco derrotas; en la segunda, ha celebrado triunfos en solo cuatro de sus doce presentaciones. En pocas palabras, así puede resumirse el desempeño de nuestros representantes en esta Cuarta Serie Nacional de Béisbol para menores de 23 años; un poco más difícil resulta anticipar su futuro.

Sobre todo porque desde esta semana no cuentan con los servicios de sus tres mejores serpentineros, convocados a la preselección nacional que se prepara para asistir a la Liga Can-Am. En esas circunstancias les toca asumir roles protagónicos a hombres como Arbelio Quiroz, Julio César Martínez o Lisander Hernández, de cuyos desempeños sobre la lomita depende en buena medida la suerte del equipo.

Al comenzar mañana las penúltimas subseries de la temporada regular, los pupilos del mánager Luis Ulacia lo harán ocupando una acechada segunda posición de la zona, merced de sus 19 éxitos, con solo un juego de ventaja respecto a Granma, y dos de Holguín y Sancti Spíritus.

El hecho amerita algunas acotaciones. La primera es que los Alazanes tienen un choque suspendido con Guantánamo (el conjunto de más negativa labor en toda la temporada, balance de 5-26), por lo que no resulta aventurado suponer que de celebrarse ese encuentro sería casi seguro su triunfo. El otro detalle es que durante la subserie particular frente a los agramontinos consiguieron imponerse en tres de los cuatro partidos.

En otras palabras, los del suroriente saldrían favorecidos en cualquier combinación que los hiciera compartir escaño con los nuestros. Algo similar sucedería si fuera Holguín el que se viera ante esa situación.

Por suerte, a ninguna de esas dos selecciones les aguarda un camino de rosas. Este viernes, por ejemplo, los de la Ciudad Monumento recibirán en el “Mártires de Barbados” a un Santiago de Cuba que ya los derrotó 3-1 en la primera vuelta y viene con todas las intenciones de asegurar su presencia en la postemporada.

Más tarde, en la última ronda de enfrentamientos, que se inicia el miércoles, deberán visitar a los holguineros para poner en claro sus asuntos. A todas luces, serán días de “matar o morir”, en los que muy bien pudieran no haber vencedores.

La autoeliminación de los rivales del Oriente sería la mitad de la respuesta. El resto depende de los lugareños, quienes entre viernes y lunes saldrán al terreno del “José Antonio Huelga” con el destino en sus manos. Su duelo particular versus Sancti Spíritus se selló igualado en la primera vuelta, por lo que casi todo está por escribirse.

Similar resultado –ahora– podría bastar para que la amenaza se disipe sin mayores consecuencias, mucho más si se tiene en cuenta que luego los yayaberos deberán medirse a Ciego de Ávila, en confrontación de difícil pronóstico, que antes de la primera bola ya tiene como mayores beneficiarios a los nuestros.

Esta historia tendrá su desenlace en poco más de una semana. Para Camagüey, la Serie se resumirá en esos siete días.