CAMAGÜEY.- Desde este martes, Camagüey emprende su “odisea” particular. Será un viaje de 16 jornadas, durante el cual la nómina tricolor buscará asegurar de forma incuestionable el pase a las semifinales de esta Cuarta Serie Nacional de Béisbol para menores de 23 años.

Todo indica que serán días tremendamente difíciles para los dirigidos por el mánager Luis Ulacia, quienes en los dos últimos duelos –ante Santiago de Cuba y Holguín-- archivaron cinco derrotas y solo tres victorias; para mayor preocupación de sus parciales, los de la Ciudad de los Parques les propinaron su primer revés de una subserie en lo que va de campeonato (con nocao incluido).

Los Toretes no tienen –ni con mucho– asegurado uno de los puestos semifinalistas. Acechándolos en sus 16 triunfos y ocho descalabros se mantienen varios de los conjuntos con los que comparten la zona oriental. Entre todos, ninguno lo hace con tantas posibilidades como Granma –su rival de turno desde hoy– que archiva tres éxitos menos y apostará todas sus cartas a una barrida que los ponga en el camino hacia lo más alto del segmento clasificatorio regional.

Ahora mismo, en esta mitad de la Isla todas las discusiones parecen centrarse en quién acompañará a Santiago de Cuba en la disputa por las medallas. Con balance de 19-5 y una ofensiva de grueso calibre, capaz de suplir las carencias de su cuerpo de serpentineros, los indómitos se perfilan como casi inevitables convidados a la ronda de cuatro que debe comenzar el 29 de mayo.

Antes de llegar a esa instancia, Camagüey está obligado a ganar de forma contundente ante los granmenses (del 9 al 12 de mayo), los avileños (entre el 14 y el 17) y los espirituanos (del 19 al 22), antes de regresar a su subserie del “adiós”, en el estadio Cándido González y frente a Las Tunas.

Aunque en similar trance, durante el comienzo del calendario, los lugareños completaron saldo favorable, el repunte de equipos como Ciego de Ávila (en racha victoriosa, con seis victorias al hilo) hace suponer que el camino por transitar no será un lecho de rosas.

Camagüey llega al “Mártires de Barbados” con casi todo por definir. Y tal vez, hasta los compases finales, siga siendo así.