CAMAGÜEY .- A falta de poco más de dos subseries para que caigan las cortinas de esta 56 Serie Nacional de Béisbol, entre los parciales camagüeyanos solo se aguarda porque el terreno determine si a los tricolores les corresponde el quinto o sexto puesto de la clasificación general. Eso en lo colectivo, pues en lo individual, nombres como el de Alexander Ayala, José Ramón Rodríguez, y Leonel Segura o el de Humberto Bravo, se mantienen –y posiblemente se mantendrán– en el centro de la atención por derecho propio.

Han sido ellos nuestros protagonistas de la actual temporada, y no cuesta creer que puedan seguir en acción reforzando a algunas de las novenas que animarán las semifinales.

Antes, deberá definirse el dual meet que todavía sostienen Cachorros y Toros, el mismo que esta semana vive en el “Cándido González” sus últimos capítulos “en primera persona”, hasta ahora con con saldo favorable para los de la Ciudad de los Parques, que este miércoles se llevaron el primer partido del doble programa.

El sábado los dirigidos por Orlando González iniciarán su penúltima subserie de la temporada visitando a un Ciego de Ávila que hace días aseguró el pase a la siguiente etapa y solo buscará preservar estadísticas y dar juego a sus hombres del banco.

A estas alturas de la lid ese es un lujo que ya pueden darse también matanceros, villaclareños y granmenses, inamovibles todos en el escalafón de la ronda por venir.

Cuando terminen los enfrentamientos y toque repasar lo ocurrido durante la presente edición del clásico beisbolero nacional será inevitable preguntarse cómo Camagüey no consiguió remontar diferencias (iniciaba la segunda vuelta a tres juegos de la “frontera” de los cuatro) y adentrarse con todas sus armas en la disputa de medallas.

Será entonces el momento de hablar del pitcheo, en particular el de relevo, que desde el comienzo de la ronda de seis a la fecha ha trabajado para indefendible promedio de 5.18 en limpias (sextos), con 170 ponches y 176 bases por bolas (también los registros más discretos entre todas las formaciones que siguen en contienda).

A lo anterior se suma el hecho de que la ofensiva en los momentos oportunos ancla veinte dígitos por debajo del promedio del campeonato (.275 agramontino por .295 nacional) y que en la alineación regular se han debido improvisar numerosos cambios con el objetivo de encontrar una nómina más productiva, aunque los mismos no se han trocado en mayor número de carreras y su consecuente saldo de victorias.

Al momento de repasar estas líneas, tal ya usted tendrá una idea cómo concluye para los Toros su primera jornada de “adioses” en el parque José Ramón Cepero. Junto con los cotejos en el “Sandino” de Santa Clara, serán esos compromisos su última oportunidad para intentar terminar con mejor rostro el año beisbolero que concluye.

Hombres y talento tienen como para regalarle a su afición ese consuelo merecido.