CAMAGÜEY.- Perseverancia ha sido la palabra clave en la carrera de Humberto Bravo hijo, un muchacho con muchas ganas de brillar en el terreno y al que estuvieron a punto de sacar de la Eide por no cumplir la talla exigida, nos cuenta su padre. Un joven que más allá del diamante le gusta estar con la familia y los amigos.

Hoy, a medio camino de la 56 Serie Nacional de Béisbol, comparte junto a su padre algunas impresiones para Adelante Digital.

“Comencé mi carrera deportiva en Guáimaro, ayudado por mi padre y sus compañeros, entre otros los Chapellí”, cuenta Humbertico. “Así estuve en las categorías inferiores, pero cuando entré a la Eide no tenía buena estatura y mis resultados al bate no fueron buenos. Por eso integraba los equipos generalmente como jugador de cambio. Ya después del Servicio Militar me incorporé con Minas a las provinciales y pude llegar al equipo Camagüey”.

Humberto padre: “Desde pequeño mis compañeros y yo lo motivamos por el béisbol. Los juguetes de Humbertico eran bates y pelotas, viajaba con nosotros en las provinciales, mi sueño siempre fue que jugara pelota y a él le gustó”.

Humberto hijo: “En parte es una presión sentir ese legado de mi padre y tratar de ser lo mejor que pueda por mí y por él. Siempre he tenido como meta alcanzar mejores resultados que él, para retribuirle lo mucho que me ha enseñado”.

Humberto padre: “Yo diría que ya me pasó. Sus estadísticas y los resultados que ha tenido demuestran que parte de mi sueño, el de que fuera mejor que yo, ya es realidad. Él es muy serio en los entrenamientos, sabe lo que quiere y tiene madera para lograrlo”.

—Tienes una peculiar forma de batear, que te permite colocar la pelota en territorio de nadie.

—Desde muy pequeño me llamó la atención Ulacia. Lo admiré y lo admiro, hasta el punto de que yo soy derecho y bateo a la zurda como él. Era de baja estatura, por lo que tuve que aprender a machucar la pelota y correr fuerte de home a primera para poder lograr el hit.

“Si algo me ha enseñado el béisbol es que uno debe sobreponerse a sus dificultades; sin trabajo no hubiera podido mejorar mi ofensiva o ganar la seguridad que se exige de un segunda base. Si a los 24 años he logrado que me convoquen para el Juego de las Estrellas es por ese esfuerzo”.

Humberto padre: “La convocatoria de Humbertico es un triunfo de toda la familia. En mi época yo no pude asistir a un Juego de las Estrellas, eran tiempos distintos. Cuando él salga al terreno este sábado lo estará haciendo también por mí y por su profesor Rolando Hernández. Roly tuvo una participación decisiva en los resultados actuales de mi hijo”.

—¿Qué pasó en la penúltima jugada del play off contra Las Tunas?

—Fue un exceso de confianza. En ese momento se me vino el mundo abajo, con solo pensar que podíamos perder por yo no haber atrapado esa bola. Ayala y Socarrás me dijeron que no había pasado nada, entonces me recuperé.

Humberto padre: “Cuando se le cayó la pelota pensé que se me acababa el mundo. Siempre me ha gustado seguir los juegos de Humbertico, sobre todo por la televisión o la radio, para analizar cada momento y tener el criterio de otros”.

—¿A qué le atribuye Humberto Bravo jr. los resultados de Camagüey en esta Serie?

—Es un trabajo de años que viene del sub 23. El profe Orlando ha sabido exigirnos el máximo y guiarnos hasta la victoria. Sin él, sin Ayala, sin el aporte de tantos, no hubiéramos podido llegar a donde hemos llegado.

“A la afición, que nos siga apoyando. Nosotros vamos por más”.