Camagüey.- Un día, Yoanet Poey Pérez cometió un error. A pesar del tiempo transcurrido, aquellas horas siguen siendo las más difíciles de su vida. “Me tocó aprender en carne propia que cualquiera puede caer en prisión, tener que levantarme luego del traspié y darle el frente a lo sucedido. Y sin embargo es posible”.

 Echando mano a motivaciones Yoanet se reencontró con la pelota. Nunca la había jugado con más compromiso que el de algún pitén de amigos que en fin de semana se encontraban para pasar el rato. Para él, deporte era el atletismo, que practicaba en dos especialidades tan extremas como el salto con pértiga y la velocidad.

“Aquí no hay juego fácil. Todos queremos ganar”, asegura Yoanet. Carrera a carrera, incluso las selecciones más “débiles” han protagonizado notables remontadas.“Aquí no hay juego fácil. Todos queremos ganar”, asegura Yoanet. Carrera a carrera, incluso las selecciones más “débiles” han protagonizado notables remontadas. Hoy es jonronero. Dicen los que lo vieron, que el batazo de cuatro esquinas que dio el martes en el terreno del reparto Los Coquitos fue de los más largos que se recuerdan allí. Como rubricado por un toletero de Serie Nacional.

No por gusto lleva en sus muñecas el puesto de designado en su equipo, Citricultores, que representa a las provincias de Mayabeque y Matanzas en el Campeonato Nacional de Béisbol para Centros Penitenciarios.

 Viéndolo hacer swinnes nadie se atrevería a apuntarle los 42 años que asegura tener. Tampoco el observador neófito aceptaría como cierto que Oscar Yasmani Rubio Brunet, su compañero de equipo, jamás hubiera salido a un diamante vistiendo los colores de un conjunto de primera categoría. “Lo mío fue siempre el softbol”, dice, “pero con el tiempo le he ido cogiendo el gusto al béisbol y creo que ahora no lo cambiaría por nada”. Prefiere que le pitcheen en zona, “para poncharme o darle en las mismas costuras. Este no es deporte de andarse por las ramas”.

 MÁS QUE GANAR O PERDER

 Internos de todo el país animaron durante la semana anterior su lid mayor de las bolas y los strikes, colofón de un sistema de competencias que durante meses se desarrolla en diversas instituciones penitenciarias.

 “Primero se enfrentan equipos de una misma provincia y luego conformamos una preselección que agrupa a los mejores hombres de todo el territorio. De ahí, y de los talentos de la provincia vecina, en nuestro caso Sancti Spíritus, es que surge la nómina que al final participa en el campeonato”, explica Lázaro Nieves Rodríguez, profesor del Inder en Ciego de Ávila. Allí atiende el movimiento deportivo de los centros penales ubicados en la Ciudad de los Portales.

 Luego de varios años sin celebrarse, esta vez en Camagüey la justa convocó a ocho escuadras: además de los ya mencionados Citricultores visten la franela Vegueros (con jugadores de Pinar del Río, Artemisa e Isla de la Juventud), Naranjas (Villa Clara y Cienfuegos), Centrales (Sancti Spíritus y Ciego de Ávila), Mineros (Las Tunas y Holguín) y Serranos (Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo). Los representantes de la sede se organizaron en solitario bajo el apelativo de Agramontinos y los de La Habana lo hicieron con el de Capitalinos.

 La falta de una carrera cimentada en escuelas de alto rendimiento no impide que en los partidos crezca la rivalidad. Hirochi Bartutis, mánager de los Cachorros de Holguín en varias ediciones de la Serie Nacional, lo ha comprobado de la forma más extrema: sufriendo él mismo varias situaciones decisivas, en las que un out decide el partido. “A pesar de que son aficionados, no atletas con una preparación de largo tiempo, uno se da cuenta de su esfuerzo. Salen al terreno a darlo todo y eso algo que vale reconocer. Cuando me propusieron apoyar el trabajo de la novena de Mineros no imaginaba que me compenetraría tanto con estos muchachos; viéndolos, se comprende cuán valioso puede llegar a ser el béisbol”.

 Tal vez la mejor filosofía se halle en la propia dinámica del juego: con constancia se pueden eliminar las consecuencias de casi cualquier error. ¿Alguien duda que hablamos de pelota?

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