“Este equipo tiene unas ganas inmensas de repetir la corona alcanzada en el 2013. Va ser una final muy reñida, pero iremos por el campeonato” expresa el mánager de los cubiteños, Orlando Lugo.

Detrás de los éxitos que va obteniendo el conjunto está una brillante idea nacida en octubre del pasado año: la apertura de una academia de béisbol.

“Surgió a partir del resultado negativo que tuvimos en la campaña anterior, como parte de un proyecto al  que dieron vida Dirección de Deportes en el municipio. Desde entonces se aprobó la matrícula inicial de 10 atletas”, explica el especialista Maykel Fernández, su principal promotor.

–¿Cómo fueron los comienzos?

–Iniciamos el trabajo priorizamos la preparación física, fundamentalmente la fuerza para fortalecer los diferentes planos musculares, y poder mantener la forma deportiva y el rendimiento durante los 46 partidos”.

–¿Hasta qué punto sirvió la preparación para que estos jugadores tributaran al éxito que ustedes han logrado?

–Aportó muchísimo. Primero valoramos el rendimiento individual en el pasado torneo y detectamos las principales deficiencias, luego nos dimos a la tarea de realizar un grupo de acciones para mejorar los diferentes elementos técnicos, ofensivos y defensivos, así como la mecánica de lanzar. De los resultados no hay mucho que hablar, creo que se han mostrado sobre el terreno.

–Por áreas, el equipo se ha visto mejor acoplado, ¿también un fruto de este trabajo?

–Sí, en el caso de los lanzadores logramos una mejor consistencia en sus envíos, trabajamos en los repertorios y la velocidad. Otro beneficiado fue el bateo, que en la mayoría de los hombres registró beneficios en cuanto a la aceleración del swing y la fuerza. De ambos apartados pudiera mencionarte varios ejemplos: entre David Brito y Víctor Johnson han aportado poseen 12 de nuestras 29 victorias, y con el madero al hombro Ariesky Ibáñez, Libán Amaro y Addiel Torres tienen el mayor aporte ofensivo del conjunto.

La porfía entre Halcones y Príncipes, por la corona provincial de béisbol, se cocina con fuego intenso. Luego de tantos meses de trabajo haber llegado hasta aquí parece ya motivo suficiente como para celebrar, pero en Sierra de Cubitas no se conforman: quieren un segundo título para sus vitrinas. No hay fruto mejor para el trabajo de la academia.