CAMAGÜEY-. El martes 29 de diciembre de 2020 el derecho Frank Madan entró en los libros de historia de la pelota cubana al propinar un juego sin hits ni carreras en siete entradas al equipo de Villa Clara, hazaña que solamente se había logrado 60 veces en nuestras Series Nacionales.

En esta temporada fue la cuarta joya de este tipo que aparece en las hojas de anotación, pero un pitcher camagüeyano no facturaba una desde 2004.

Pasaron 6 155 días desde que Fernando Tejeda, el 22 de enero, le hiciera “la gracia” a Industriales. Solo Leslie Anderson y Alexander Ayala tuvieron la suerte de estar en el terreno aquella vez y ahora.

“Las cosas salieron solas, no tenía tal propósito. Incluso, he estado más dominante en otras salidas este año y no lo había concretado, creo que fue cuestión de suerte”, comentó el muchacho del reparto Boves a Adelante.cu minutos después salir del diamante del Augusto César Sandino.

Y seguramente se refiere al hecho de que resultó la apertura con menos ponches de su temporada, solo dos, y regaló tres bases por bolas, algo por encima de su promedio. “Tengo que agradecer a mis compañeros que lucieron perfectos en defensa y realizaron fildeos de mucha calidad, incluyendo el último de Ayala, parecido al de la semifinal del año pasado contra los Leones”, agregó.

Pero lo de Madan va más allá de este extraordinario performance, pues su actuación global es la mejor entre todos los serpentineros que participan en la campaña. A falta de una salida ante Matanzas el 5 de enero, tiene liderato en entradas lanzadas (140.1), victorias (13), juegos completos (11), lechadas (5) y ponches (107).

La frialdad de los números en ocasiones no dejar ver la real dimensión de los hechos, por eso vale la pena recordar que nadie completaba 11 partidos desde el torneo 2011-2012, cuando lo hizo el avileño Vladimir García en un calendario regular de 90 juegos (este es de 75). Ningún agramontino ganaba 13 partidos desde que el zurdo Elier Sánchez fijara esa cantidad en 2007, también en estructura larga.

En este curso los rivales apenas le conectan para 229 de AVE, su promedio de carreras limpias es de 3.01 y su WHIP de 1.13. Las métricas convencionales incluyen un promedio de más de seis ponches cada nueve episodios y menos de tres bases por bolas.

“Precisamente ahí ha estado mi éxito, en el control. Es cierto que me he mantenido sobre las 90 millas con la recta, pero si no es por la buena localización de mis envíos, no estuvieramos hablando ahora”, comentó en la conversación.

Frank también confiesa que “siempre he entrenado, pero desde hace dos años lo estoy dejando todo en la preparación. Algunos profesores dicen que mi proceso de maduraciónco mo atleta ha llegado desde el punto de vista físico, pero yo agregaría que además significa evolución en mi pensamiento táctico. La experiencia que tengo me permite conocer a la mayoría de los bateadores de calidad que hay en Cuba y siempre trato de ser impredecible para ellos. He aprendido a no recaer en viejos errores”.

Gracias al gran desempeño de El Pesista, los Toros se mantienen con posibilidades de pasar a la postemporada, algo que reconoce el manager Miguel Borroto. “Es el tractor que va arando la tierra para que se produscan los triunfos. Él ha sido el artífice aproximadamente del 35 % de nuestros resultados positivos y todavía a esta altura está fuerte. En muchas ocasiones le hemos preguntado cómo se siente para buscar un relevo y nunca quiere salir. Da gusto trabajar con un muchacho tan corajudo como él”, dijo el timonel, quien incluso lo ha bajado de las gradas para que cierre choques en los que no estaba planificado y se han traducido en un éxito y un salvamento.

Pese a estas maravillas, Madan nunca ha sido seleccionado por los especialistas de la Comisión Nacional de Béisbol para las candidaturas de Jugador Más Valioso de la semana, hecho contraproducente, porque ahora no les quedará más remedio que colocarlo en la boleta de MVP de la 60SNB.

“Esas cosas no me quitan el sueño, aunque sí me decepcionan cuando suceden. Lo más importante para mí es que Camagüey clasifique y poder aportar mucho más en los play offs para buscar el título. También espero que me llamen a la preselección nacional para los próximos eventos internacionales porque mi sueño es vestir las cuatro letras y enorgullecer a mi hijo. El nacimiento de Frank Carlos ha sido mi mayor motivación en los últimos meses, a él le dedico todo”.

Así concluyó nuestra conversación con un hombre que vale su peso en oro, no solo por sus resultados deportivos, además por su sencillez, disciplina y entrega en la vida. No queda más que esperar a sus próximas salidas al box y apoyarlo, porque Madam se merece mucho más que un MVP.