CAMAGÜEY.- Este viernes cuatro peloteros camagüeyanos fueron escogidos para apuntalar las nóminas de otros conjuntos en la segunda etapa de la 58 Serie Nacional de Béisbol. Alexander Ayala y Dariel Góngora integrarán las filas de los actuales subcampeones tuneros, Josimar Cousín se suma a los Cachorros de Holguín y Yariel Rodríguez Yordy refuerza el staff espirituano.

Pablo Civil aseguró con los nuestros un “Ciclón” para potenciar aún más la poderosa tanda verdirroja y un “Látigo” para domar fieras desde la lomita. Además de sumar su hacha a la causa de los Leñadores, Ayala tiene el plus de conocer a la perfección a sus compañeros y a la afición tunera, con la que estableció mucha química durante su experiencia el pasado año. Góngora, por su parte, es de los pocos abridores zurdos con capacidad de ganar cinco o más juegos en la venidera etapa. El utility capitalino Jorge Alomá y los prometedores lanzadores Yadián Martínez (Mayabeque) y Luis Castillo (Guantánamo) completaron la orden del actual subtitular de Cuba.

Noelvis Hernández apostó por darle a Josimar Cousín la oportunidad de redimirse en el staff de los Cachorros después de su triste performance en los primeros 45 juegos. Seguramente será uno de los tres abridores que necesitan. Holguín también fichó tres atletas de una misma provincia para facilitar el team work: los matanceros Yoanni Yera, Yasiel Santoya y Ariel Sánchez. El santiaguero Ulfrido García formará un envidiable trío de ases zurdos junto a Yera y Luis Ángel Gómez.

José Raúl Delgado solicitó a Rodríguez en la primera ronda como muestra de la confianza que depositará en él. El “Gallero” llega a los Gallos para continuar su evolución como primer abridor. Sancti Spíritus fue de los que mejor eligió, pues con inicialista granmense Guillermo Avilés y el camarero artemiseño Dayán García redondean a la ofensiva, con Yariel y Alberto Bicet aseguran brazos fuertes para devorar entradas, mientras que José Angel García representa una garantía para los capítulos finales.

Industriales mudó parte del bullpen pinareño para el Latinoamericano con la solicitud de Bladimir Baños, Erlis Casanova y Frank Luis Medina. Además captó a dos mayabequenses de mucho talento, el líder jonronero de la temporada, el jardinero Pedro León, y el torpedero Rangel Ramos.

Dos intermedistas eligió Eduardo Paret para inyectar el bateo naranja: el granmense Carlos Benítez y el cienfueguero César Prieto, quien posiblemente incursione también en el campo corto. La maquinaria villaclareña sumó además al oportuno inicialista pinareño William Saavedra y el zurdo artemiseño Misael Villa y el útil serpentinero Jonder García.

Ciego de Ávila sumó más dinamita a su banda con los poderosos Edilse Silva (Santiago de Cuba) y Jefferson Delgado (Matanzas), además del mayabequense Orlando Lavandera, uno de los mejores jardineros defensivos del país. Lázaro Blanco (Granma) y Miguel Lahera (Artemisa) trabajarán bajo las órdenes de un viejo conocido: Róger Machado.

En términos generales en el show de los refuerzos cada mánager pudo elegir peloteros valiosos para reparar las fisuras de sus alineaciones. Lo preocupante es que con esta estructura varios talentos de nuestro béisbol no encuentran espacio en otros conjuntos y solo tienen 45 juegos anuales para desarrollarse.

Que muchachos como Andy Cosme, Pedro Luis Dueñas, Leonardo Urgellés, Daniel Pérez, Yoelkis Céspedes, Yoelkis Guibert, Sergio Barthelemy, Norge Vera, Roy Hernández, Carlos Pérez Vergara o Geonel Gutiérrez queden en el dique seco durante más de seis meses es un fracaso organizativo para la Comisión Nacional de Béisbol.

Y hablando del organismo rector de nuestro pasatiempo nacional, poco después de ser seleccionados los refuerzos supimos mediante la cuenta de Facebook del toletero Alfredo Despaigne que no fue consultado para tomar la decisión de incluirlo como refuerzo directo en una de las seis escuadras que participarán en la segunda etapa de la Serie. Se trata de jugadores de primer nivel que llegarán a su patria en unas semanas con el cansancio que provoca una de las Ligas más exigentes del mundo y que tendrán que abandonar nuevamente sus hogares para defender una camiseta ajena.