BARRANQUILLA.- Con par de victorias y un fracaso, la selección cubana de béisbol enfrentará hoy a su similar de Venezuela, con la imperiosa necesidad de impulsar carreras en el torneo de los XXIII Juegos Centrocaribeños, con sede en esta ciudad colombiana.

En este certamen, que se juega por el sistema de todos contra todos y participan ocho equipos, la tropa del mentor granmense Carlos Martí se ubica en el cuarto puesto en el orden ofensivo, con promedio de 267, al conectar 27 hits en 101 veces al bate, con apenas cuatro remolques, tres dobles y un triple.

El béisbol tiene una máxima: hay que batear para pisar el plato y ganar los partidos; y con esos dígitos, el conjunto cubano se verá muy complicado para escalar a lo más alto del podio, pues es muy pálida la producción de carreras. 

Los cubanos marchaban perfectos en el renglón del picheo en los dos primeros partidos, con par de lechadas, además de que dieron 12 hits ante los lanzadores de México, aunque signaron sus cinco anotaciones en un mismo inning. Ganaron 5-0, con éxito al aval de Lázaro Blanco.

Luego, pegaron apenas cinco imparables contra Panamá para lograr victoria de 1-0; pero el derecho Vladimir Baños, tiró siete innings encomiásticos, en los cuales permitió dos hits.

Pero en su tercera presentación, los discípulos de Martí cayeron 8-1 ante Puerto Rico, cuando Freddy Asiel y los dos relevistas, fueron castigados con 11 imparables.

En ese duelo ante los boricuas, la ofensiva signó 10 incogibles; pero no llegó el batazo clave para propulsar corredores hacia el plato, y eso es un pecado capital en el deporte de las bolas y los strikes.   

Esta derrota contra Puerto Rico, rompió un invicto del béisbol cubano en citas regionales, ya que era ajeno al fracaso desde la cita de Santiago de los Caballeros, en República Dominicana 1986. Llegaron a sumar 45 éxitos consecutivos. 

Hoy, el abridor contra Venezuela podría ser el zurdo santiaguero Ulfrido García.