SIERRA DE CUBITAS, CAMAGÜEY.- Alieski Guillén Reinaldo es uno de los personajes más originales de este municipio. Tiene dos trabajos muy distintos que lleva con toda responsabilidad y pasión: es distribuidor de la Organización Básica Eléctrica (OBE) y árbitro de béisbol.

Quienes lo ven llevando los papeles de la OBE no se lo pueden imaginar cantando a toda garganta un out en home. Alegre, como siempre, accedió a contar a adelante.cu su breve historia en los diamantes de la pelota camagüeyana.

–¿Cómo has logrado estabilizarte entre los mejores árbitros de la provincia, y mostrar pasos sólidos en la tarea de impartir justicia en nuestro deporte nacional?

–En el inicio era un juego para mí, aunque poco a poco me fue gustando la idea de impartir justicia. Comencé “ampayando” en las categorías inferiores e incursionando en otras ligas como la azucarera. Luego me propuse dedicarme en serio a esa carrera y después de mucho estudió logré que me asignaran algunos juegos de la Serie Provincial. Para llegar a eso tuve que dedicarle dos o tres horas diarias a leer las reglas y otros materiales de la profesión, sin dejar mis otras obligaciones laborales. Tengo que agradecerles a muchas personas que me ayudaron, pero principalmente a Manuel Antonio Otero, un padre para mí y un gran baluarte en esta profesión".

–Sorprende la manera enérgica con que tomas las decisiones difíciles...

–Siempre el árbitro debe darse a respetar correctamente en el terreno y por mi carácter siempre he tratado de mantenerlo así, además de que es muy difícil trabajar en un escenario donde uno sabe que nadie te va a aplaudir. Algunos incluso se han equivocado porque soy una persona de baja estatura, pero cuando ven la seguridad de mis acciones me valoran mejor. El umpire que nunca haya dudado no es humano. Lo importante es tomar la decisión más justa.

–¿Cuáles son las características que deben distinguir a un juez de béisbol?

–Hay que poseer el mayor dominio posible del reglamento para no improvisar. Tiene que respetar a jugadores, managers y principalmente al público. Nunca debe perder la concentración, no se puede dejar llevar por las presiones externas.

–Representaste a la provincia en el último curso nacional de ese deporte que se impartió en La Habana. ¿Qué experiencias te dejó?

–Fue un curso dirigido por profesores de nivel internacional que nos aportaron conocimientos de actualidad, fundamentalmente de las reglas. La pelota es el deporte más complejo del mundo y siempre hay algo nuevo que aprender. Cada vez las tecnologías y la ciencia se aplica más y esto conlleva a que nosotros tengamos que superarnos también. Tuvimos que estudiar mucho para las pruebas teóricas y de mecánica.

–¿Cuáles son tus metas futuras?

–Ahora me queda seguir trabajando en los campeonatos nacionales escolares y juveniles. El próximo escalón que perseguiré será desempeñarme en la Serie sub-23, y en un futuro sueño con integrar el torneo élite del béisbol cubano.

Hombre sencillo, Alieski llena sus días de sacrificio. Sueña con un estadio lleno en plena Serie Nacional y la justicia en sus manos. Con silencioso orgullo guarda los reconocimientos a Mejor Árbitro en la Serie Provincial de Béisbol en el 2014 y el Campeonato Nacional Pioneril la zona oriental en el 2016. Pero dice que cambia cualquier diploma por “las palabras mágicas al final del juego: buen trabajo, profesor”.