NUEVITAS, CAMAGÜEY .- A Guillermo González Bahamonde no le cuesta mucho recordar aquellos días en los que Nuevitas vivía la pasión del voleibol y el baloncesto sobre una pequeña cancha de cemento que todos llamaban —sin más títulos— El Corea.

Era poco más que una superficie pulida por el paso continuo de los jugadores, a la sombra de dos ceibas vecinas. Pero con eso bastaba. Sobre todo porque el sitio no podía ser más céntrico, justo en una de las esquinas de la calle Máximo Gómez con el parque central de la localidad. “El Corea siempre estaba lleno de muchachos de todo Nuevitas y hasta de otros pueblos”, recuerda Guillermo. 

Por eso, el día que surgió la posibilidad de levantar una sala techada, con tabloncillo y gradas que la pondrían al nivel de los mejores coliseos de la Isla, la decisión resultó prácticamente unánime: el lugar para hacerlo sería ese.

El “Ángel Alberto Martínez” es la principal instalación deportiva de Nuevitas.El “Ángel Alberto Martínez” es la principal instalación deportiva de Nuevitas.

Desde el 30 de marzo de 1986 Nuevitas tiene en el centro de su geografía urbana uno de los símbolos de la voluntad con que en otros tiempos adquirió la fisonomía de ciudad que hoy la distingue entre los municipios de Cuba: el coliseo Ángel Alberto Martínez. Por decisión popular, la misma que lo hizo posible, su nombre fue el de un activista local al que muchos debieron su primera experiencia en los deportes.

La subsede del Torneo Internacional de Boxeo Giraldo Córdova Cardín fue su compromiso inaugural; luego vendrían los concentrados de equipos nacionales de voleibol, baloncesto, gimnasia... (“allí aprendí a seguir las pelotas que se iban más allá de los límites de la cancha”, apuntaba hace algunos días la estelar Mireya Luis). También acogería eventos culturales y políticos; se convertiría, en fin, en parte fundamental de la cotidianidad nuevitera.

“RENACER” A LOS TREINTA

Para el director de Deportes las inversiones que se han concluido tendrán un efecto inmediato en los resultados atléticos del municipio.Para el director de Deportes las inversiones que se han concluido tendrán un efecto inmediato en los resultados atléticos del municipio.De un tirón, como quien recita su nombre y apellidos, Yoesdrey detalla el provecho que reportaron los 2 200 metros cuadrados de tejas con que el coliseo pudo renovar casi por completo su cubierta. Luego de años de exposición al agresivo clima costero, de sobrevivir a los embates de tantas tormentas y al paso devastador del huracán Ike, en el 2008, el “Ángel Alberto Martínez” había llegado a un punto de no retorno.

“O cambiábamos el techo o nos quedábamos sin tabloncillo y se comenzaban a deteriorar las estructuras metálicas que lo soportan todo”, explica. Sabe de lo que habla. A los efectos prácticos, Yoesdrey Ascuy Pérez, el director municipal de Deportes en Nuevitas, es el máximo responsable de la instalación. Por eso, su firma está en todos los documentos que detallan cómo más de 120 000 pesos se transformaron en esas tejas, en 70 metros cúbicos de madera para la reparación de la cancha, en todas las ventanas y puertas de aluminio con que se sustituirá la deteriorada carpintería de sus primeros tiempos, y en las tuberías y muebles sanitarios que completarán el rescate de la red hidráulica.

Desde el 2015, gracias al concurso de la Empresa Provincial Integral de Mantenimiento, de una cooperativa no agropecuaria y de sus propios trabajadores, el Inder local ha ido fundando el renacer de su centro neurálgico. Por cuenta de los muchos recursos y las muchas jornadas de trabajo hoy el edificio muestra una imagen que tal vez incluso supere a la de su etapa fundacional.

“Aquí se ha hecho de todo y todos hemos ayudado en la medida de lo posible”, cuenta Guillermo, metodólogo de Actividad Física Comunitaria en su “vida” de profesor; albañil, ayudante “de lo que haga falta” en sus días a pie de tabloncillo. Sus manos se contaron entre las que sustituyeron las vigas deterioradas por la humedad y el tiempo, o cambiaron ventanas y cargaron cemento, sin dejar a un lado clases y demás responsabilidades. Al igual que otros muchos.

Tanto hacer pretende convertirse en el primer paso hacia nuevos tiempos. “No hay municipio en Cuba que cuente con una instalación como esta. Si logramos mejorar un poco la iluminación de la sala, estoy seguro de que podremos convertirnos en sede de eventos nacionales de primer nivel; al final sería un regalo por partida doble para el pueblo de Nuevitas”, apunta Yoesdrey. La meta más cercana apunta a organizar uno de los concentrados zonales del próximo Torneo de Ascenso del baloncesto femenino, en diciembre. De ahí en adelante, no hay límites.

HECHOS, PLANES

Además de las obras en su coliseo, durante el último calendario el Inder nuevitero también emprendió la pintura e impermeabilización del estadio de béisbol Ambrosio Marrero, el acondicionamiento de la cancha de voleibol de playa con vistas al campeonato nacional y el techado del campo de pelota de Camalote. Para el año que comienza está previsto el vertido de unos 60 metros cúbicos de arena y la construcción de la cerca perimetral en el complejo de voli, la instalación de la cubierta en las gradas del “Ambrosio Marrero”, y la inauguración del terreno beisbolero de San Miguel, como parte de las obras por el aniversario 200 de esa comunidad.