CAMAGÜEY.- El enfrentamiento se ha dado varias veces, “he ganado algunos, pero él va delante”, aclara ella. Él sonríe y hace su mejor movimiento: “la mayor parte del tiempo trabajamos juntos y nos ayudamos”.

Ineymig Hernández Gil tiene 16 años y se acaba de ratificar como la figura más prometedora del ajedrez femenino cubano al concluir cuarta en el Campeonato Nacional de mayores. Jorge Elías Reyes le ha arrancado 20 hojas al calendario y consiguió la misma ubicación en la lid masculina para darle un segundo aire a su carrera. Ambos Maestros FIDE (MF) lograron objetivos similares en sus primeras apariciones en la élite del juego ciencia en el país: quedaron entre los cinco primeros, sacaron puntos ante contrarios con títulos de Gran Maestro (GM) y completaron la primera norma de Maestro Internacional. Las coincidencias en la pasión por el ajedrez los han llevado, además, a quererse.

“Llevamos tres años de noviazgo”, fue lo último que dijo él (E) en el diálogo con Adelante Diguital, como para que el detalle no se quedara fuera de nuestras páginas, causando el sonrojo de Ineymig (I). Minutos antes, la conversación transcurría entre los trebejos, pues sus actuaciones en las finales nacionales así lo exigían.

E: “Sabía que este sería el torneo más difícil de mi vida porque la semifinal también resultó así. Anteriormente había enfrentado a jugadores de ese nivel, pero no durante varias jornadas. Por eso me preparé muy bien, revisé mi repertorio y analicé las últimas partidas de quienes iba a enfrentar. Identifiqué patrones errados en mi toma de decisiones y los reemplacé”.

I: “Este año mi entrenador cambió nuestro sistema priorizando la calidad y no la cantidad. Revisamos las principales dificultades de mis rutinas y tratamos de mejorarlas. En la semifinal comencé a sumar puntos y nunca me presioné por el récord que estaba logrando, me mantuve concentrada en hacer la mejor movida para cada posición. A la final llegué con menos tensión porque no tenía nada que perder y sí mucho que ganar”.

Ineymig avanzó a la súper ronda después de dejar boquiabiertos a todos en la semifinal, mientras su compañero tenía la oportunidad de despegar una carrera que algunos creían estancada.

¿La condición de novatos les dio ventaja o el éxito solo se debe a la calidad con que se desempeñaron?

E: “No creo que haya tomado a ninguno por sorpresa porque cuando no eres de los favoritos, los rivales se preparan para sumar los tres puntos frente a ti. Siempre confecciono un perfil de mi contrario para saber cómo juega, cuáles son sus debilidades, y resultó fundamental. Estuve un poco ansioso y eso me perjudicó par de veces que logré ventaja frente a Grandes Maestros y no pude ganarles; el ejemplo más representativo fue frente a Isán Ortiz, porque tuve el triunfo en el bolsillo y no lo concreté. El ajedrecista que más difícil se me hizo —Yuri González— me superó en todo momento”.

I: “Tenía la aspiración de asistir al torneo Carlos Torre antes de jugar el nacional para lograr algunas metas en mi desarrollo, pero no me lo permitieron; no obstante, creo que esto me fortaleció más y el resultado se vio en la semifinal. Para la última fase di lo mejor y salieron los objetivos. Todas las partidas resultaron complicadas, pero la jugadora que más me impresionó fue la Gran Maestra Lisandra Ordaz”.

El mérito de ambos se agranda si tenemos en cuenta que, como estudiantes, tienen horarios más ocupados que los jugadores mayores.

¿Cómo administran su tiempo para mantener un nivel tan alto?

E: “Ahora llevo una vida menos cargada porque solo tengo que ir a la Universidad los sábados. Dedico unas seis horas al entrenamiento, tres en la mañana y tres en la tarde, y trato de jugar fútbol para mantenerme bien físicamente y oxigenar el cerebro. Creo que este año la diferencia en mi rendimiento se debe a la utilización de un método de origen ruso que estoy implementando con la ayuda de mi entrenador Omar del Río”.

I: “Yo tengo clases en la EIDE por la mañana y en la tarde me preparo en la Academia tres horas. Luego en casa disfruto un poco de tiempo con la familia y trato de correr algo, y por la noche dedico otro rato al ajedrez. En esta etapa de mi adiestramiento estoy aprendiendo mucho, tras cada nueva enseñanza se planifican partidas para su implementación. Podemos jugar entre compañeros o con la computadora, de ahí la importancia de las condiciones tecnológicas que se nos están creando en la Academia”.

La imposibilidad de competir en torneos internacionales en el futuro inmediato los obliga a enfocarse en los memoriales Guillermo García y Capablanca.

¿Qué aspiraciones tienen para estos eventos?

E: “Seguiremos progresando con el nuevo método. Ahora dedicaré un tiempo a analizar cada detalle de mis partidas en el Campeonato Nacional, para luego crear soluciones a mis problemas y asumirlas en mi forma de pensar. Espero mantener el buen paso y completar las normas de MI, incluso buscar la primera de GM”.

I: “Yo también trabajaré sobre mis errores, porque aunque fue una competencia muy buena, siempre hay que limar imperfecciones. Ahora tengo la posibilidad de jugar a menudo en la élite y será más difícil mantenerme ganando. Si no se hacen grupos de mujeres, competiré contra los hombres, pero eso no es un problema para mí, sino un nuevo reto”.

Él ha demostrado que puede llegar lejos en el mundo de los trebejos y escalar en el escalafón nacional, pues ahora ocupa el puesto 49 entre los activos con 2428 unidades ELO. Ella es una trebejista sólida y equilibrada que sabe aprovechar cada situación de juego. Su calidad la ha catapultado al segundo puesto del ranking absoluto cubano femenino con porcentaje ELO en vivo de 2348, detrás de la Ordaz (2370). El 1ro. de marzo, cuando se actualice el listado mundial sub-16, ella podría estar en el Top 10. Han unido voluntades y familia para progresar en el deporte y merecen todo el apoyo institucional para que esta partida, apenas en su apertura, tenga un final exitoso.

E: “Gracias a Dios he llegado hasta aquí y en él confío para seguir. Mis padres lo han dado todo por mí. Cuando vivíamos en Santa Cruz del Sur se las ingeniaban para traerme a jugar a Camagüey o a cualquier provincia, y cuando decidí dedicarme por completo al deporte me apoyaron. La ayuda de los entrenadores de la Academia y de mis compañeros también ha sido fundamental. Espero que a partir de ahora se abran otras puertas para continuar evolucionando”.

I: “En casa nunca me han exigido nada, siempre me han respaldado incondicionalmente para que estudie y salga adelante. Hasta ahora la Revolución me ha dado todas las oportunidades de superación, y gracias a eso me siento realizada con la práctica del ajedrez, como cientos de niños en Cuba. Este será un camino largo, pero con mi sacrificio y el cariño de todos espero lograr mis propósitos personales y deportivos”.