CAMAGÜEY.- Este fin de semana las selecciones nacionales de Cuba dominaron los torneos de hockey sobre césped de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 y se ratificaron como máximos exponentes de la disciplina en el área.

Después de caer en el debut tres goles a cero ante México, el equipo femenino cubano eslabonó una cadena de cuatro éxitos que concluyó este sábado con la revancha 1-0 sobre las del país del tequila.

La historia de la nuestras en Colombia está llena de momentos de superación personal y colectiva donde nunca faltó el coraje de las más experimentadas ni el ímpetu de las noveles.

Después de dar a luz a su pequeña bebé hace ocho meses, Mileysi Argentel se incorporó al equipo. Con deudas de entrenamiento y unas libras de más lo entregó todo en el terreno y se convirtió en líder espiritual del equipo.

Aunque formaban parte de la preselección nacional, para las camagüeyanas Jéssica Ortiz y Arlettis Tirse fue una sorpresa que las incluyeran en el grupo que viajaría a los Juegos. Poco a poco asimilaron la filosofía ganadora del conjunto y aportaron mucha alegría y optimismo dentro y fuera de la cancha.

Los varones tampoco comenzaron con buen pie esta competencia pero el fracaso de la primera fecha ante Trinidad y Tobago, lejos de provocar el caos, terminó fortaleciendo el carácter de cada jugador.

Detrás del triunfo de la final ante los mexicanos este domingo está la promesa Darián Valero, capitán del equipo, de traer la medalla de oro para su Camagüey, para que la disfruten en su reparto Lenin.

Para Heriberto Sarduy esa era más que una final, era la oportunidad de redimirse ante la vida. El Yuyo, como le llaman en su natal Ciego de Ávila, fue alejado por años del alto rendimiento por una controvertida sanción cuando era uno de los mejores jugadores de Cuba. Regresó lleno de esperanzas en busca de justicia y la encontró con el gol que le arrebataría la medalla de oro a los inspirados mexicanos.

En medio de la sequía de títulos en deportes colectivos las chicas y chicos del hockey sobre césped han cargado el orgullo de todo el país en sus bastones y han demostrado que merecen más posibilidades de participación en eventos internacionales.

Con estas dos coronas, los combinados nacionales suman trece, mientras que su más cercano contendiente, Trinidad y Tobago, solo tiene cuatro. Los hombres demostraron además que son invencibles en el panorama centrocaribeño, pues solo cuando la comitiva cubana se ausentó en San Salvador 2002 y Mayagüez 2010, otro pudo ocupar el primer lugar.