CAMAGÜEY.- La noche del pasado 13 de marzo se retiró oficialmente el dos veces medallista mundial Guillermo Martínez. Bicampeón panamericano y centroamericano, y dueño del récord nacional con 87.17 metros, nunca se cansó de vestir la casaca cubana. Entre lágrimas recibió la ovación del público y de sus compañeros.

“Uno piensa que no se va a retirar jamás, que esto va a ser eterno. Me siento triste y a la vez contento porque todo lo que empieza tiene que terminar. Contar en este momento con Yipsi, con Ana Fidelia, es bastante emocionante.

“Nunca imaginé un reconocimiento como el que se me ha hecho. Pasé 20 años en el deporte y 15 representando al equipo nacional, estoy emocionado pero tranquilo."

Se caracterizó por ser un atleta de muchas lesiones, mayormente poco tiempo antes de la competencia y a pesar de eso, obtuvo siempre buenos resultados.

"Esa magia la hacía mi entrenador, y había que hacer magia porque las condiciones no eran favorables. Todos los resultados se hacen por ciclos, por la intención inteligente de un preparador, sentarse, volver a empezar de cero. Los premios grandes en plazos cortos los fabricó mi entrenador Isbel Luaces."

A la pregunta de su mejor evento, no duda y responde rápidamente:

"Berlín 2009, la plata".

Su mayor deuda fue la medalla olímpica.

"Las olimpiadas siempre se me hicieron difíciles. En 2004 estaba de primera figura, ya venía muy bien del 2003 con un 81.45 metros (m.), ganando la Olimpiada Nacional del Deporte, pero por decisión técnica llevaron a Luaces. Todavía no entiendo por qué no fui a Beijing, tuve discrepancias con mi mánager, vine para Camagüey y me pasé un año inactivo. Por eso me llegó mi única oportunidad con 31 años.

Los Juegos Olímpicos del 2012 los gana el trinitario Walcott con 84.58 m. y yo estaba tirando más de 86. ¡Qué barbaridad!".

Como buen conocedor de la disciplina opina sobre el futuro de la jabalina en nuestro país.

"La primera figura es de Holguín, viene bastante bien. Este es un evento a largo plazo, después de los 27 se empieza a madurar con el implemento, a insertarse en la élite mundial".

Los buenos atletas cuando terminan de derrochar sudor en las competiciones continúan aportando para que nuevos talentos surjan y mantengan el legado del deporte cubano. Guillermo Martínez no es la excepción.

"Ahora tengo todo el tiempo para estudiar, pienso comenzar en la Universidad en septiembre. Quería hacer otras cosas, pero algo me dice que me incline por los tantos años que estuve vinculado al deporte, al atletismo, fundamentalmente a la jabalina."