Las máquinas arribaron el fin de semana último a los talleres Vladimir Lenin, de AZCUBA, donde fueron ensambladas por técnicos y operadores calificados, con asesoría de la firma fabricante.

Cada cosechadora, con capacidad de siega de 550 toneladas de caña por jornada, dispone de tres operadores adiestrados en la digitalizada tecnología y tres camiones chinos con seis remolques para el tiro directo de la materia prima fresca a los ingenios.

El ingeniero Vladimir Pérez García, director de la Empresa Azucarera Camagüey, aseguró que dos CASE de esteras para maniobrar en campos húmedos derriban caña en áreas del “Brasil” y las otras dos lo hacen en las plantaciones del “Carlos Manuel de Céspedes”.

Pérez García agregó que parejamente con la introducción de la nueva tecnología para garantizar el abasto en los referidos ingenios, se reforzaron también los cortes del “Batalla de Las Guásimas” y del “Argentina”, con sendas combinadas CASE 8000, procedentes de Esmeralda y Carlos Manuel de Céspedes, respectivamente.

Desde la arrancada de la Zafra Chica en diciembre hasta la fecha, la producción de azúcar de la provincia se incumple en unas 5 000 toneladas por déficit en el suministro de la gramínea, imprevistos en los centrales y problemas en las operaciones tecnológicas, principalmente en los ingenios Brasil y Argentina.

El miércoles último, el miembro del Comité Central del Partido, Jorge Luis Tapia Fonseca, primer secretario en la provincia, analizó con los agroazucareros de Florida, Carlos Manuel de Céspedes y Esmeralda, las principales causas en el desabasto de caña, las dificultades en las operaciones industriales y la recuperación cañera en esos territorios, sobre todo el desmonte del marabú para el fomento de nuevos cañaverales.

En el “Argentina”, aparte de las insuficiencias fabriles, se evidencia la falta de caña por incumplimientos de la entrega diaria de los pelotones mecanizados propios y de la Unidad Empresarial de Base Ignacio Agramonte, debido al comienzo tardío de los cortes y la salida temprana de las cosechadoras del campo sin vencer sus compromisos del día, además, del bajo aprovechamiento de los camiones (solo dos o tres viajes per capita), obligan a los agrícolas a enviar más caña y a los obreros del ingenio a moler por encima del 80 % de la norma potencial para recuperar un significativo atraso en la producción del crudo.

El “Céspedes”, ese miércoles molió al 85 % de la norma potencial, mantenía 1 300 toneladas sobre el plan acumulado; sin embargo, por deficiencias operacionales e indisciplinas tecnológicas, no obtiene mayor rendimiento industrial (más azúcar) a las cañas procesadas, observación que reiteró el Primer Secretario al director de esa UEB, ingeniero Luis Yanes.

En el más al oeste de los municipios camagüeyanos, Tapia Fonseca orientó las variantes de chapea manual del marabú ligero, tala con moto-sierras, máquina cortadora y buldoceo en las hectáreas más densamente pobladas para, antes de la primavera, preparar los suelos y sembrarlos de caña, al igual que las tierras vacías del “Brasil”, central que no acaba de estabilizar la molida.

{flike} {plusone} {ttweet}